Crítica

¡Bravo Sara!

La bailaora triunfa en su regreso a Barcelona con "Voces"

El genial e hipnótico zapateado de Sara Baras convirtió, la noche del miércoles, al Teatro Tívoli en una caja sonora de aplausos, ovaciones y piropos desde el principio de Voces, espectáculo con él que la bailaora gaditana volvía a Barcelona. Al finalizar la velada Baras, emocionada, dio las gracias al público por su entusiasmo y saltó al patio de butacas para abrazar a su admirado director teatral, Luis Pascual, con el que trabajo en María Pineda, y que presenció la función.

Difícil encontrar adjetivos potentes para describir el rico, versátil y expresivo zapateado de...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El genial e hipnótico zapateado de Sara Baras convirtió, la noche del miércoles, al Teatro Tívoli en una caja sonora de aplausos, ovaciones y piropos desde el principio de Voces, espectáculo con él que la bailaora gaditana volvía a Barcelona. Al finalizar la velada Baras, emocionada, dio las gracias al público por su entusiasmo y saltó al patio de butacas para abrazar a su admirado director teatral, Luis Pascual, con el que trabajo en María Pineda, y que presenció la función.

Difícil encontrar adjetivos potentes para describir el rico, versátil y expresivo zapateado de esta artista, que se encuentra en un momento esplendido de su carrera artística: a su brillante baile suma la sabiduría de la madurez. En Voces Baras es de una gran generosidad con su arte, no se mueve del escenario, solo para un cambio rápido de vestuario, durante las dos horas que dura el montaje. En este espectáculo la bailaora rinde homenaje a sus desaparecidos maestros, Paco de Lucía, Antonio Gades, Enrique Morente, Carmen Amaya, Camarón de la Isla y Moraíto, cuyas fotos forman la escenografía de esta obra.

Frente a cada uno de ellas la artista interpreta un palo, mientras se oyen las voces originales de estos maestros opinando sobre el flamenco. En la seguiriya, homenaje a Camarón de la Isla, Baras, bailó acompañada de José Serrano, su pareja en la vida real, y entre ellos se creó una complicidad extrema.

José Serrano volvió a brillar en la soleá. Baras vestida con un traje verde oscuro con flecos se lanzó a la soleá por bulerías y su hermoso braceo y sus precisas vueltas de riñón con el movimiento de los flecos enloquecieron al público.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En