Cae la nieve en ‘La Masía’ de Miró

La ‘Nadala’ de 2015 de la fundación del pintor juega con uno de sus cuadros más famosos

'La Masía' de Miró, nevada tras la intervención de Regina Giménez.FUNDACIÓ MIRÓ

La cafetería de la Fundación Miró se viste de Navidad con el simulacro de un fuego, que no calienta ni ilumina, pero brilla en el interior de una chimenea estilo años 70, rodeada por dos butacas y decorada con las típicas tarjetas de felicitaciones. Es una estampa navideña, que remite a una cotidianeidad mediocre y un poco triste, presidida sin embargo por la paz que emana de la célebre obra de Joan Miró, La Masía, delicadamente intervenida para convertirse en un paisaje nevado.

La instalación, que muchos visitant...

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La cafetería de la Fundación Miró se viste de Navidad con el simulacro de un fuego, que no calienta ni ilumina, pero brilla en el interior de una chimenea estilo años 70, rodeada por dos butacas y decorada con las típicas tarjetas de felicitaciones. Es una estampa navideña, que remite a una cotidianeidad mediocre y un poco triste, presidida sin embargo por la paz que emana de la célebre obra de Joan Miró, La Masía, delicadamente intervenida para convertirse en un paisaje nevado.

La instalación, que muchos visitantes confundirán con un extraño elemento decorativo de la cafetería, es la propuesta de los artistas de Rafel G. Bianchi y Regina Giménez, para la Nadala, una iniciativa que la Fundación Miró puso en marcha en 2007 con una espectacular intervención de Perejaume. Desde entonces, el centro ha felicitado las fiestas con proyectos muy distintos, casi siempre instalados en uno de los espacios exteriores del inmaculado edificio de Sert.

Art de foc, art de badoc es el primer proyecto conjunto de Bianchi y Giménez, que utilizan la ironía y el humor para denunciar las estrategias de manipulación de las masas a través del análisis de las tradiciones navideñas. “La Navidad es uno de los tantos espejismos que nos rodean. Invade nuestro entorno y modifica todos los elementos del paisaje cotidiano para que nadie pueda mantenerse ajeno a ese particular engaño consensuado”, explica Bianchi.

Precisamente por subrayar este aspecto de ficción, los artistas han dejado al descubierto la parte posterior de la instalación, que de esta forma delata su carácter de decorado. “Queríamos que la gente formara parte de la instalación, por ello es un espacio que se puede utilizar y además hemos enviado unas postales, invitando a los destinatarios a responder con otra felicitación que se expondrá, como es habitual y tradicional en esos casos, sobre la chimenea”, indica Giménez, pintora y artista gráfica que se ha encargado de cubrir La Masía de Miró, cuyo original se conserva en la National Gallery de Washington, con un tupido manto de nieve. Por problemas de derechos, no se podrá reproducir la obra tuneada, que quedará como pieza única.

Cabe destacar que las dos butacas utilizadas en la intervención son piezas originales de Joaquim Anson, padre del artista Martí Anson, que recientemente ha abierto un showroom en la barcelonesa calle de Pallars, 175, en el marco de la muestra del Macba Especie de espacios. En La botiga de l’Anson, abierta hasta mediados de enero, se exponen (para comprarlos hay que contactar con la galería Estrany-de la Mota) los muebles y complementos de diseño, personalizados y de precio asequible, que en los años 70 convirtieron este carpintero de Mataró en un precursor de la Barcelona del diseño que se afianzaría veinte años después.

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