Imputado el exalcalde de Alcalá por presuntos pagos irregulares

Javier Bello, exalcalde popular de Alcalá de Henares (200.000 habitantes), ha sido imputado por presuntamente desviar 1,1 millones de euros a dos medios locales para supuestamente comprar sus voluntades. Bello hizo estos supuestos pagos ilegales pese a que el interventor municipal los desaconsejó en varios informes. Por un anuncio en el Día del Mayor, por ejemplo, abonó 2.000 euros, una tarifa fuera de mercado.

Bello ha sido investigado tras una denuncia interpuesta por UPyD, partido que permitió al PP gobernar y que, tras romper...

Javier Bello, exalcalde popular de Alcalá de Henares (200.000 habitantes), ha sido imputado por presuntamente desviar 1,1 millones de euros a dos medios locales para supuestamente comprar sus voluntades. Bello hizo estos supuestos pagos ilegales pese a que el interventor municipal los desaconsejó en varios informes. Por un anuncio en el Día del Mayor, por ejemplo, abonó 2.000 euros, una tarifa fuera de mercado.

Bello ha sido investigado tras una denuncia interpuesta por UPyD, partido que permitió al PP gobernar y que, tras romper el pacto, ejerció una dura oposición a Bello con varias denuncias. De ellas, la mencionada es la que ha salido adelante, pero UPyD ha perdido su representación en el Ayuntamiento en este nuevo mandato.

No es el único frente que tiene el PP de Alcalá. Este verano se abrió la Operación Flauta, que ha supuesto la imputación de su exconcejal de Fiestas, Virginia Sanz. Se trata de una supuesta trama de corrupción y fraude en cursos de formación. Se investiga también un posible desvío de 6.000 euros recaudados en un concierto a favor de Haití patrocinado por el Ayuntamiento. Y hay firmados contratos con Cofely, de eficiencia energética, y Waiter, para las fiestas, las dos empresas más importantes de la trama Púnica.

El socialista Javier Rodríguez Palacios, nuevo alcalde de Alcalá, lamenta la “mala imagen y las complicaciones en la gestión del día a día” que estos acontecimientos suponen para “una ciudad con una tasa de paro muy alta y que no ha despegado culturalmente como debería en los últimos años”.

Por ejemplo, tras firmar un contrato de 14 millones con Cofely, hay un contencioso en los tribunales porque Bello decidió que dejaba de pagarse a la compañía francesa. La nueva corporación ha cambiado el modelo de contratación en las fiestas tras detectar “terreno fructífero para el fraude”, relata Rodríguez Palacios.