Análisis

Un director, más allá de la crisis

'Deseos y necesidades' es la última muestra de Marí y la décima presentación de la colección en sus siete años de su mandato

Deseos y necesidades es la última muestra que Bartomeu Marí inaugura como director del Macba y la décima presentación de la colección que ha realizado en los siete años de su mandato. Aunque ahora lo que más se recuerda son las desafortunadas decisiones que le obligaron a dimitir, lo cierto es que lidió con la peor crisis de la historia reciente. Pese a ello, organizó muestras destacadas y reforzó el elemento patrimonial: de las 5.809 obras del fondo 3.203 se incorporaron bajo su dirección.

Uno de sus puntos fuertes fueron los viajes y las relaciones internacionales, que le per...

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Deseos y necesidades es la última muestra que Bartomeu Marí inaugura como director del Macba y la décima presentación de la colección que ha realizado en los siete años de su mandato. Aunque ahora lo que más se recuerda son las desafortunadas decisiones que le obligaron a dimitir, lo cierto es que lidió con la peor crisis de la historia reciente. Pese a ello, organizó muestras destacadas y reforzó el elemento patrimonial: de las 5.809 obras del fondo 3.203 se incorporaron bajo su dirección.

Uno de sus puntos fuertes fueron los viajes y las relaciones internacionales, que le permitieron potenciar la política de préstamos y coproducciones y le llevaron a la presidencia del CIMAM, el poderoso comité de los museos de arte contemporáneo. También reforzó el Centro de Documentación, inaugurado en 2007, convirtiéndolo en un pionero en el tratamiento de archivos de artista, como prueban el codiciado depósito de Art & Language y los de Xavier Miserachs, Joan Brossa y la crítica Maria Lluïsa Borràs. “Ya tenemos acuerdos con Mestre Quadreny y Joan Rabascall para cuidar de sus obras”, aseguró Marí en su discurso de despedida, en el cual destacó el incremento de la actividad educativa y lamentó no haber podido producir más historiografía y usar más nuevos espacios como La Capella.

La polémica sobre una obra que representaba supuestamente al rey Juan Carlos y la suspensión inicial de la muestra La bestia y el soberano, que finalmente se abrió, fueron los últimos actos de un director que fue perdiendo liderazgo. La situación se precipitó con el fichaje de dos pensadores externos, Valentín Roma y Beatriz Preciado (que cesó antes de su dimisión por falta de lealtad), para refundar conceptualmente un museo que se le había escapado de las manos.

De su época queda la tentativa de crear un museo laboratorio, hermosas exposiciones, como la de Lawrence Weiner, Cildo Meireles y Carol Rama y adquisiciones tan importantes de Hamilton, Baldessari, Muntadas y Joan Jonas. Además, abrió la colección a las nuevas generaciones, con artistas como Francesc Ruiz, Daniela Ortiz, Mireia Sallarés e Iñaki Bonillas e intentó saldar la deuda del Macba con el arte catalán con muestras de Aballí, Rabascall, Eulàlia Grau y Francesc Torres.

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