‘La curva de la felicidad’ lleva el abandono al terreno de la comedia
Santiago Fernández 'El Monaguillo' interpreta a un guionista con trabajo inestable al que su mujer deja "por gordo y por calvo"
El Teatro Campos Elíseos de Bilbao acoge el 15 y 16 de mayo la comedia La curva de la felicidad que presenta, de manera divertida, a Quino, un guionista de televisión con un trabajo inestable interpretado por Santiago Fernández El Monaguillo, al que su mujer, Carmen, acaba de abandonar "por gordo y por calvo".
Forzado a vender el piso familiar para poder dar a su mujer la mitad, entran en escena otros tres personajes (Josu Ormaetxe, Antonio Vico y Jesús Cisneros) que, "al tiempo que aconsejan a Quino y jalean su nueva estado c...
El Teatro Campos Elíseos de Bilbao acoge el 15 y 16 de mayo la comedia La curva de la felicidad que presenta, de manera divertida, a Quino, un guionista de televisión con un trabajo inestable interpretado por Santiago Fernández El Monaguillo, al que su mujer, Carmen, acaba de abandonar "por gordo y por calvo".
Forzado a vender el piso familiar para poder dar a su mujer la mitad, entran en escena otros tres personajes (Josu Ormaetxe, Antonio Vico y Jesús Cisneros) que, "al tiempo que aconsejan a Quino y jalean su nueva estado civil, le enredan par tratar de sacar tajada con la casa".
Hace más de una década que Eduardo Galán y Pedro López estrenaron la comedia, que lleva por subtítulo La crisis de los 40, y que, según sus autores, "pone de manifiesto la fragilidad y vulnerabilidad" del hombre de 40 años cuando se rompe la pareja. Los autores presentan hombres "frágiles, indecisos, inseguros, que provocan la risa del público, mientras que poco a poco van mostrando su cara humana, su ternura, su tremenda soledad, que acaba conquistando el corazón de los espectadores".
Porque, como señalan "la verdad, es que nuestros personajes dicen lo contrario de lo que sienten y presumen de una fortaleza emocional de la que carecen.
Según el actor y director de esta comedia, Josu Ormaetxe, "por debajo de la risa y más allá de la sonrisa late "el rostro amargo de la vida, la realidad de la vida en pareja, el conflicto terrible de enfrentarse a la soledad, como le pasa al protagonista de la comedia".