Rajoy: “Votar a IU, Podemos, UPyD y Ciudadanos es apuntalar al PSOE”

Valora la victoria de Moreno en el debate por “demócrata, educado y respetuoso”

Mariano Rajoy se fotografía con un simpatizante en un mitin en Málaga.garcía-santos

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, volvió a demostrar en Málaga su implicación total en esta campaña andaluza, en un momento clave también para la política española. El líder del PP acudió a su cuarto mitin y reforzó así su apoyo a Juan Manuel Moreno y su perfil de presidenciable, y remachó también la imagen de unidad interna en su partido frente a las broncas y peleas que solo atribuye a la aspirante del PSOE. Rajoy enfatizó aún más que nunca s...

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, volvió a demostrar en Málaga su implicación total en esta campaña andaluza, en un momento clave también para la política española. El líder del PP acudió a su cuarto mitin y reforzó así su apoyo a Juan Manuel Moreno y su perfil de presidenciable, y remachó también la imagen de unidad interna en su partido frente a las broncas y peleas que solo atribuye a la aspirante del PSOE. Rajoy enfatizó aún más que nunca su advertencia contra el voto a los “bisagristas” que pueden apuntalar la continuidad socialista tras 33 años al frente de la Junta de Andalucía. Y en ese paquete metió a todos los partidos: “Votar a IU, Podemos, UPyD o Ciudadanos es votar y apuntalar al PSOE”.

Rajoy quería este martes en Málaga hablar de tres cosas: del debate del lunes en TVE, de la necesidad de romper el voto de la izquierda y el centro en una alianza global con el PSOE y de la importancia de encontrar en el futuro gobierno de la Junta un aliado a sus políticas y reformas para crear empleo. Del debate llevaba una chuletilla y la soltó de corrido: “Juanma, ayer ganaste el debate. Otra vez. O sea, la segunda vez: dos veces. Y solo dos veces porque no ha habido una tercera”.

El presidente añadió a continuación una coletilla de su cosecha sobre por qué entiende él que Moreno venció en ese duelo catódico para subrayar así los errores y carencias de su rival, Susana Díaz, esa noche: “Estamos orgullosos de ti, Juanma, porque fuiste educado, o sea correcto; porque fuiste respetuoso con tus adversarios, o sea con los espectadores, o sea demócrata. Porque no entraste al trapo de nadie, dejaste hablar, no interrumpiste, no perdiste los papeles, que es importante en la vida; demostraste que te sabías los temas; el moderador no tuvo que llamarte la atención, lo cual es un dato positivo: fuiste presidente”.

Pero en realidad lo que Rajoy quería, sobre todo, era reclamar el voto de los pata negra del PP en Andalucía, esos 1.500.000 andaluces que votaron a Javier Arenas hace tres años en las anteriores autonómicas o incluso a él mismo en las generales de 2011, y que si volvieran ahora a repetir papeleta le facilitarían a su partido incluso la mayoría absoluta y el primer cambio de gobierno en esta comunidad desde su creación. Por eso pidió una gran movilización en los cinco días que quedan hasta el domingo. Porque sabe que muchos de sus simpatizantes, en torno a un 30%, están dudando entre la abstención u otras opciones.

Rajoy utilizó para dirigirse a ese electorado indeciso un truco dialéctico en forma de pregunta retórica. Planteó al auditorio, un pabellón universitario de Málaga que no llegó a rebosar, ¿qué habría que hacer el domingo para que siga el PSOE en la Junta de Andalucía? Y él mismo contestó primero con la obviedad: “Votar al PSOE”. Y luego con la advertencia: “Pero hay más posibilidades. También se puede votar a Izquierda Unida, a Podemos, a UPyD y a Ciudadanos, y seguirá el PSOE para apuntalar lo que ya hay. O si de verdad quieres el cambio solo hay que votar al PP y si el PP es la primera fuerza en Andalucía gobernará y actuará con determinación y coraje porque no somos bisagristas de nadie”.

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El presidente no quiso atacar abiertamente ni a la Junta de Andalucía ni a su actual presidenta y candidata, Susana Díaz. Pero sí indirectamente. Primero cuando admitió no entender por qué es la única comunidad de las 17 que hay en España que no ha cambiado nunca de color ideológico. Y, luego, cuando lamentó que no sea capaz de lograr la tasa media de empleo del resto de España. “No hay ninguna razón, con otras políticas y cambiando el Gobierno”, repitió. Y deslizó: “Es muy importante que todas las instituciones caminemos en la misma dirección, y usar bien el dinero del empleo y no como se ha hecho aquí en los últimos años”, en alusión al escándalo de los ERE.

La bandera de Málaga

El candidato del PP, Juan Manuel Moreno, jugó este martes en casa, en su Málaga natal, donde tiene su residencia oficial y pasa muchos fines de semana, donde están sus amigos y excompañeros de Nuevas Generaciones, ahora bien colocados en política, y donde reside su madre, que se ha convertido en toda una estrella mediática, como invitada especial a programas de televisión y protagonista del vídeo “Somos los que somos”, con el perfil de toda la familia. Pero Moreno, muy cansado de tanta campaña, tantos kilómetros y de la resaca del debate, ni entusiasmó ni llenó el pabellón universitario. Intentó ser emotivo: “Nunca pensé que me vería aquí como candidato y menos como primer presidente del PP de Andalucía”. Luego repitió los mensajes diarios de maltrato por parte de la Junta a la provincia en cuestión, reafirmó su compromiso de nuevas obras, proyectos, bajadas de impuestos y su obsesión con el paro y descalificó el estilo de liderazgo “acartonado y artificial” de Susana Díaz como presidenta.

También le achacó que se envuelve “en la bandera de Andalucía para pelearse y tener bronca con todo el mundo”: con los alcaldes, con el Gobierno de España y hasta con Pedro Sánchez, el líder del PSOE.

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