Ciegos de vino

¡A beber! A pares… y a ciegas, pero con mucho conocimiento y mucho control. Porque la cumbre de narices que se celebra el próximo domingo 8 de marzo es una de las citas más importantes de los amantes del vino, en la que exhiben sus habilidades y su pasión. Con alternancia de Madrid y Barcelona, el Premio Vila Viniteca de Cata por Parejas, ya alcanza su octava edición, y este año el encuentro es en el Casino de Madrid, con prestigiosos bodegueros como Peter Sisseck (Pingus) o Xandra Falcó ...

¡A beber! A pares… y a ciegas, pero con mucho conocimiento y mucho control. Porque la cumbre de narices que se celebra el próximo domingo 8 de marzo es una de las citas más importantes de los amantes del vino, en la que exhiben sus habilidades y su pasión. Con alternancia de Madrid y Barcelona, el Premio Vila Viniteca de Cata por Parejas, ya alcanza su octava edición, y este año el encuentro es en el Casino de Madrid, con prestigiosos bodegueros como Peter Sisseck (Pingus) o Xandra Falcó (Pagos de Familia) en el jurado.

Este premio de cata por parejas fue creado en 2007 por el empresario Quim Vila, propietario de la mayor distribuidora de vinos de España, y tiene la dotación de premios más alta del sector: 30.000 euros, a repartir entre la pareja ganadora (20.000) y los finalistas (7.000 para la segunda clasificada y 3.000 para la tercera). Y el domingo competirán 240 locos por el vino (120 parejas) provenientes de distintos países, pues el reto es internacional. Más de 40 bodegas de todo el mundo brindan la bebida para las catas y, en paralelo, un buffet (también internacional) de quesos invita al maridaje de vino y comida.

Como en las anteriores ediciones, los concursantes se enfrentan a ciegas a siete vinos en la fase clasificatoria: dos blancos, tres tintos y dos especiales (espumosos, jerez, oportos, generosos…) Cada pareja debe acertar con las referencias: país, zona de origen, denominación, variedad de uva, añada, elaborador y marca. Es un auténtico concurso de talentos, en el que participan profesionales (enólogos, sumilleres, camareros...) y aficionados. Y está abierto al público (con invitación gratuita en la web de la competición). Todo un espectáculo para aprender a entrenar los sentidos del vino.