Una carretera se desploma en Valdeorras por la actividad de una pizarrera

El vial lleva 20 años hundiéndose en sus márgenes y los vecinos denuncian que la Diputación, dueña de la infraestructura, no ha buscado soluciones

La carretera que une el municipio ourensano de Vilamartín de Valdeorras con el pueblo de San Vicente se ha venido abajo y ha dejado incomunicados a los 35 vecinos y a más de 150 trabajadores de dos pizarreras ubicadas en esa localidad. Los trabajos de extracción a cielo abierto en la cuenca del río y bajo la carretera ahora desplomada llevaban ya 20 años provocando desniveles en esa infraestructura y los vecinos han estado denunciando sistemáticamente que la Diputación, propietaria del vial, no busca soluciones. La institución ha zanjado hasta ahora la cuestión instalando, hace ya seis años, u...

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La carretera que une el municipio ourensano de Vilamartín de Valdeorras con el pueblo de San Vicente se ha venido abajo y ha dejado incomunicados a los 35 vecinos y a más de 150 trabajadores de dos pizarreras ubicadas en esa localidad. Los trabajos de extracción a cielo abierto en la cuenca del río y bajo la carretera ahora desplomada llevaban ya 20 años provocando desniveles en esa infraestructura y los vecinos han estado denunciando sistemáticamente que la Diputación, propietaria del vial, no busca soluciones. La institución ha zanjado hasta ahora la cuestión instalando, hace ya seis años, una señal de dirección prohibida en la carretera que los vecinos (incluido el autobús escolar) obvian: “Solo hay una ruta alternativa que nos parece más peligrosa, porque es muy sombría y durante el invierno se derrapa en ella”, explican los afectados.

Ante la presión vecinal, la institución provincial acabó firmando un convenio con la pizarrera por el que en este 2014 la empresa se comprometía a realizar la extracción mediante un túnel y la Diputación de Ourense, a rellenar los huecos de la ladera para fortalecer el vial. Ninguna de las partes lo ha cumplido, denuncian los vecinos.

Ayer la carretera se vino definitivamente abajo y habitantes y pizarreros, que tienen a todo su personal parado sin posibilidad de acceder al trabajo, pidieron una entrevista con el presidente de la Diputación, José Manuel Baltar. Este delegó el encuentro en el vicepresidente, Rosendo Fernández -que ya los ha recibido- aumentando el malestar de los afectados

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