Inédita regata en la Ría
Miles de patitos de goma ofrecen en el agua una curiosa imagen, presenciada por numerosos espectadores
La segunda "regata" de patitos de goma, WOPatos, ha contado este domingo con varios miles de participantes en la Ría de Bilbao, en una fiesta solidaria para recaudar fondos contra las enfermedades neurodegenerativas.
La mañana, con buena temperatura, ha estado animada por la presencia de numerosos curiosos a ambos márgenes de la Ría. Además, en los prolegómenos de esta inusual competición, una coral ha animado los preparativos al ofrecer varias canciones desde uno de los barcos que diariamente ofrecen sus servicios en la Ría.
En otras zonas del Museo Marítimo también se han dispu...
La segunda "regata" de patitos de goma, WOPatos, ha contado este domingo con varios miles de participantes en la Ría de Bilbao, en una fiesta solidaria para recaudar fondos contra las enfermedades neurodegenerativas.
La mañana, con buena temperatura, ha estado animada por la presencia de numerosos curiosos a ambos márgenes de la Ría. Además, en los prolegómenos de esta inusual competición, una coral ha animado los preparativos al ofrecer varias canciones desde uno de los barcos que diariamente ofrecen sus servicios en la Ría.
En otras zonas del Museo Marítimo también se han dispuesto tenderetes y puntos de servicios gastronómicos con el propósito de conseguir ingresos para el fin solidario de que se trataba con el desarrollo de esta prueba.
La carrera, organizada por la fundación Walk On Project (WOP), tenía previsto llegar a los cincuenta mil patitos regatistas, pero ha habido un problema al volcarlos a la ría desde el puente de Deusto, que ha impedido que cayeran todos al agua, informa Efe.
Fiesta solidaria para recaudar fondos contra las enfermedades neurodegenerativas
El volquete del camión que los transportaba no ha podido colocarse en vertical y parte de los patitos se han quedado en el remolque, pero ello no ha impedido empezar la "regata".
Al final, treinta y cinco minutos después de dada la salida, un patito ha cubierto los 600 metros y ha llegado en solitario a la meta en el puente del Euskalduna, arrastrado por la marea de la ría.
Cada persona ha comprado antes de la regata un patito de goma, a cinco euros, patitos que han llevado un chip geolocalizador con el que se ha podido seguir en directo la "carrera" de cada uno.
A pesar de los problemas de logística, el objetivo festivo y solidario se ha conseguido, ya que se han llegado a los cincuenta mil patitos comprados, frente a los treinta mil de la primera edición.