López insta a defender los principios socialistas con “un nuevo lenguaje”

Pide construir una alternativa “sin complejos” al nacionalismo en Euskadi

Patxi López, primero a la izquierda, junto a Rodolfo Ares e Idoia Mendia. Luis Tejido (EFE)

En su último discurso ante el Comité Nacional del PSE-EE como secretario general después de doce años de mandato, Patxi López combinó ayer, en Bilbao, la autocrítica por la palmaria pérdida de votos en Euskadi con una apelación a modular cuanto antes los principios tradicionales del partido con “un nuevo lenguaje” dentro de un urgente proceso de renovación. La reunión, además, marcó el calendario de los cuatro congresos que esperan en septiembre a los socialistas vascos y flotó en el ambiente una sen...

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En su último discurso ante el Comité Nacional del PSE-EE como secretario general después de doce años de mandato, Patxi López combinó ayer, en Bilbao, la autocrítica por la palmaria pérdida de votos en Euskadi con una apelación a modular cuanto antes los principios tradicionales del partido con “un nuevo lenguaje” dentro de un urgente proceso de renovación. La reunión, además, marcó el calendario de los cuatro congresos que esperan en septiembre a los socialistas vascos y flotó en el ambiente una sensación nostálgica por la despedida de López, a quien los asistentes tributaron, puestos en pie, una cálida despedida cuando aún le restaban dos folios para acabar su discurso.

“Muchas de las personas progresistas nos han abandonado”, admitió López. “Y seguramente tienen razón para ello”, añadió. Bajo este espíritu nada misericorde, el líder de los socialistas vascos enumeró numerosos errores cometidos por el socialismo y después planteó la exigencia de “reiniciar el partido con nuevas ideas, con nuevas personas y sobre todo con la determinación de hacer lo que un partido de izquierdas debe hacer”, destacó. Volvió a hablar de renovación, consciente, sin embargo, de que “no hemos sido capaces de conseguir con la suficiente celeridad y contundencia”.

En su intervención, que abrió y cerró en euskera —invitó al final a levantar la cabeza con orgullo: Altxa hezak burua—, López recordó “las agonías y alegrías” de su mandato y fue ahí donde subrayó: “supimos gobernar sin complejos y sin nacionalistas”, al referirse a su paso por el Ejecutivo vasco en 2009. Esta valoración la enmarcó en su gestión como secretario general abierta dos días antes del asesinato de que ETA asesinara a Juan Priede, en Orio, y que ahora cierra “como fin de un ciclo” y no como consecuencia del batacazo de las elecciones europeas. “Es hora de que busquéis nuevos líderes y que los hagáis con audacia y generosidad”, reclamó López. No obstante, en algunas de las intervenciones posteriores, como la que hizo Mikel Torres, se repitió el argumento de que “no debía haber dejado el cargo porque la causa de los resultados no le obligan a ello”.

Con todo, López incidió en la necesidad de articular un discurso que vuelva a “conectar con las exigencias de la calle” desde la base de los principios tradicionales socialistas de “libertad, igualdad y justicia social”. Y acotando el mensaje a Euskadi advirtió de “aquellas propuestas nacionalistas que pueden ser realmente un problema para la convivencia entre iguales”. Como respuesta, López instó a los asistentes a “mirar de frente y sin complejos y ofrecer una alternativa de convivencia democrática en Euskadi”, guiados por el modelo federal socialista que, dijo, “es una propuesta para construir un país entre todos y no unos contra otros”.

Ha recibido una cálida ovación de los asistentes, puestos en pie antes de que acabara el discurso
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