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Rafael Blasco, tres décadas al calor del líder

La carrera política del exconsejero de Cooperación y Ciudanía empezó en la extrema izquierda y acabó en el Partido Popular

Blasco cuestiona el liderazgo de Lerma, que lo aparta a la Consejería de de Obras Públicas y Urbanismo en 1985. En 1989, Blanca Blanquer, responsable de Urbanismo, presenta una denuncia por sobornos a funcionarios a cambio de la recalificación de terrenos. Lerma destituye a Blasco como consejero. En la imagen, de 1991, Rafael Blasco declara durante el juicio en el Tribunal Superior de Justicia valenciano. El Tribunal Supremo absolvió posteriormente a los seis acusados por considerar ilegales las escuchas practicadas a instancias del fiscal y presentadas como principal prueba por el ministerio público. Este caso supone la ruptura con el Partido Socialista.Carles Francesc
El destierro socialista hace que Blasco vuelva a su plaza como interventor municipal entre 1991 y 1994. Pero eso no le detiene. Crea el Partido Socialista Independiente (PSI), promueve un fracasado proyecto de Convergència Valenciana y, finalmente, se aproxima al PP a través de Eduardo Zaplana. La victoria del PP en 1995 le abre de nuevo la puerta de Presidencia. En la imagen, de 1999, Zaplana (al centro) y Blasco (izquierda) salen de grabar un debate electoral con la oposición en los estudios de Burjassot de la ahora extinta Ràdio Televisió Valenciana.Carles Francesc
En 1999, Zaplana (PP) premia a Blasco y le nombra consejero de Empleo (1999-2000) y de Bienestar Social (2000-2003). En la imagen, de 2002, Blasco defiende en las Cortes Valencianas su propuesta para ilegalizar la prostitución en la calle. El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, no sabe que, pese a su cercanía, Blasco será uno de los primeros en traicionarle para ponerse al servicio de Francisco Camps.Carles Francesc
En 2003, con las elecciones a la vuelta de la esquina, la Junta Electoral Autonómica sanciona con 450 euros al entonces consejero de Bienestar Social por infracción electoral a consecuencia de la publicación de un libro titulado "150 razones sociales" que había sido pagado con dinero público pero utilizado con fines partidistas. Esta sanción por incumplimiento de la ley electoral fue la primera impuesta a un consejero de la Generalitat Valenciana.
Francisco Camps gana las elecciones por mayoría absoluta y, pese a su pasado, nombra a Rafael Blasco consejero de Territorio y Vivienda. Ejerció el cargo entre 2003 y 2006, años de urbanismo salvaje y de los primeros contratos con Gürtel. En la imagen, de 2003, el todavía candidato Camps muestra su cercanía a Blasco en el acto de presentación del programa sanitario del hospital de Alzira. Entre 2006 y 2007 Blasco será nombrado consejero de Sanidad.Tania Castro
Camps, reelegido en 2007, orilla a Blasco y le otorga una cartera menor, la de Inmigración. En 2010, el estallido del caso Gürtel y la parálisis del Ejecutivo hacen que Camps pida a Blasco que diseñe una estrategia contra los escándalos. Blasco la aprovecha para lograr su nombramiento como portavoz y más competencias en la rebautizada Consejería de Solidaridad. En la imagen, de 2009, sostiene a un niño negro. En las escuchas que se hicieron de la trama de Cooperación, algunos implicados llamaban "negrolandia" y "negratas" a los que debían ser los destinatarios reales de las ayudas.Mònica Torres
Con el poder renovado, Blasco intenta abarcarlo todo. Pero mientras despliega su red, el sistema corrupto del área de Cooperación se resquebraja. El 23 de febrero de 2012, la policía registra la consejería de Rafael Blasco y se incauta de numerosa documentación. El mismo día, la policía detiene al director general de integración y cooperación, Josep María Felip; Marcial López, presidente de la Fundación Cyes; Arturo Tauroni Masia, director de la Fundación Hemisferio y su hermano César Augusto; Fernando Cañete Marco, y Marc Llinares Pico, un técnico informático que llegó a ser jefe del área de Cooperación. Las investigaciones cercan ya la trama de cooperación.Carles Francesc
En los meses siguientes se filtran docenas de documentos llenos de irregularidades que acaban en el juzgado y en los periódicos. En la imagen, de 2012, Rafael Blasco lee un documento supuestamente entregado por José Manuel Vela, consejero de Hacienda. El documento consistía en un informe del interventor de la Generalitat pedido por el juzgado sobre las subvenciones a la cooperación. Esta filtración hizo dimitir a Vela aunque posteriormente el caso quedó archivado por ausencia de acusación de la fiscalía.José Jordán
Camps no puede mantener a Blasco ante las presiones del PP. Pero lo intenta. Antes de dimitir, cambia la ley de Gobierno para permitir que su estratega, al que mantiene de portavoz parlamentario, pueda acudir a las reuniones del Consell con voz pero sin voto. Pero la llegada de Fabra y el avance del sumario judicial debilitan cada vez más a Blasco. En junio de 2013, ante la decisión del PP de expulsarle del partido y horas antes de que se materialice la medida, Rafael Blasco abandona el Grupo Popular y solicita pertenecer al grupo no adscrito. En la imagen, Blasco ocupa por primera vez su nueva posición en las Cortes Valencianas.Tania Castro
Con el grupo parlamentario en contra, suspendido de militancia y con la cúpula del partido satisfecha por la liquidación de un posible problema, Rafael Blasco y el resto de la trama se sienta en el banquillo el 7 de enero de 2014. El 28 de mayo de mayo de 2014 fue condenado a ocho años de prisión. En la imagen, ocho de los nueve imputados: Augusto César Tauroni, Alexandre Catalá, Rafael Blasco, Josefa Cervera, Marcial López, Josep María Felip, Xavier Llopis y Marc Llinares. La novena acusada es Tina Sanjuán.Mònica Torres