“Es una vergüenza que esto ocurra en pleno siglo XXI”

Los inmigrantes critican la falta de información y las esperas durante horas para un trámite

Orihuela -

Un reguero de personas aguarda su turno haciendo cola en la puerta de los juzgados de Orihuela. Son las siete de la mañana. Algunos confiesan que llevan esperando dos noches al raso y duermen en coches.

Al despuntar el día, son casi un centenar de personas las que esperan a que abra sus puertas el Registro Civil, situado en el edificio de los nuevos los juzgados. “Es una vergüenza que esto ocurra en Europa y en pleno siglo XXI”, se queja una chica de origen marroquí que lleva dos noches al raso haciendo cola para regularizar su permiso de residencia. La indignación es total. Solo dos fu...

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Un reguero de personas aguarda su turno haciendo cola en la puerta de los juzgados de Orihuela. Son las siete de la mañana. Algunos confiesan que llevan esperando dos noches al raso y duermen en coches.

Al despuntar el día, son casi un centenar de personas las que esperan a que abra sus puertas el Registro Civil, situado en el edificio de los nuevos los juzgados. “Es una vergüenza que esto ocurra en Europa y en pleno siglo XXI”, se queja una chica de origen marroquí que lleva dos noches al raso haciendo cola para regularizar su permiso de residencia. La indignación es total. Solo dos funcionarios se encargan de atender sus demandas de una comarca con 250.000 habitantes.

El problema es que cada día solo se dan diez turnos para los trámites de nacionalidad y 25 para otros trámites (inscripción de nacimientos, bodas civiles o cambios de nombre). A las nueve de la mañana un agente de la Guardia Civil abre la puerta y dice: “No sé para qué esperáis y venís tantos, solo entrarán diez”, espeta a los inmigrantes que buscan legalizar su situación. Los nervios están a flor de piel y la semana pasada hubo altercados entre ellos. Ahora la Policía Nacional les vigila de cerca.

“Ya he venido tres veces pero siempre falta un papel, y tengo que volver a hacer cola”, se queja un argelino, que ha perdido varios días de trabajo. Los extranjeros residentes están hartos. “En Murcia esto no pasa, y yo si no resuelvo hoy el trámite lo pierdo todo”, admite un ecuatoriano. A lado se forma otra cola mucho más abultada y dispar.

Sergio Sánchez explica que llegó “feliz” el lunes a registrar a su hijo recién nacido, y no pudo ser. “Jamás me imaginé que iba a perder dos días de trabajo”, se queja. Enma, que es médica en un centro de salud, libra los martes y es único día que puede venir. “Solo quiero que hacer una pregunta, que me aclaren una duda y llevo dos martes seguidos haciendo cola”.

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