Unos ladrones hacen un butrón para robar en una perfumería especializada

La encargada de la tienda evalúa las pérdidas “entre 100.000 y 200.000 euros"

El butrón que hicieron los ladrones para entrar en la perfumería.

La encargada evalúa las pérdidas “entre los 100.000 y 200.000 euros porque se llevaron perfumes y cremas de marcas muy difíciles de conseguir, que se venden en muy pocas tiendas de España.” Además, añade: “Había colonias a partir de 200 euros y se llevaron muchas unidades, seguramente han venido con contenedores y debe haber sido necesario un camión”.

Lo peculiar de este robo es la “profesionalidad” de los ladrones: hicieron un butrón y se llevaron los productos más caros. Se puede ver un hueco limpio de 50 por 50 centímetros en la pared que comunica con el trastero del inmueble contigü...

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Al abrir su tienda a las diez de la mañana, Isabel Fernández, encargada de la perfumería Nadia, en el número 35 de la calle Diego de León, se llevó una ingrata sorpresa. Encontró su tienda casi vacía: “Solo dejaron los probadores y algunos productos de poco valor”.

La encargada evalúa las pérdidas “entre los 100.000 y 200.000 euros porque se llevaron perfumes y cremas de marcas muy difíciles de conseguir, que se venden en muy pocas tiendas de España.” Además, añade: “Había colonias a partir de 200 euros y se llevaron muchas unidades, seguramente han venido con contenedores y debe haber sido necesario un camión”.

Lo peculiar de este robo es la “profesionalidad” de los ladrones: hicieron un butrón y se llevaron los productos más caros. Se puede ver un hueco limpio de 50 por 50 centímetros en la pared que comunica con el trastero del inmueble contigüo. Uno de los agentes de policía que lleva la investigación reseñó la poca dificultad con la que se puede entrar en el pasillo del edificio que alberga viviendas encima de los negocios de la planta baja. Según el informe, “se ve que son profesionales del robo, han forzado la puerta y entrado. Después hicieron el butrón probablemente con un pico de obra, un martillo o un mazo”.

A las 11.50 de este lunes, la policía científica vino a sacar fotos y tomar huellas en la tienda y el trastero. Sin embargo, la encarga dice, amarga: “No tenemos ninguna confianza en la policía científica, es un trámite. Ya robaron otra tienda nuestra, en la calle Velázquez, a principios de diciembre; la policía vino, pero no tuvimos más noticias.”

También está resentida con su empresa de seguridad. “No nos avisaron”, dice la encargada. La policía está perpleja también: “Creemos que no se escuchó la alarma y estuvo desactivada”. El quiosquero Miguel Ángel, de la esquina con la calle de príncipe de Vergara, a algunos metros, dice que estuvo ahí desde las siete de la mañana y confirma que no se escuchó ninguna alarma. “Estos ladrones son organizados y probablemente ya habrán entrado en la tienda para mirar cómo era”, para estudiar el terreno, piensa la policía. Los agentes dicen que van a estudiar ahora las imágenes de los que entraron y salieron de la tienda. La encargada piensa: “Nos conocen. Somos unas desgraciadas trabajando todo el día”.

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