Un detenido declara que un burdel rival encargó los atentados al Paradise

El hombre lo confesó de manera “informal” ante los Mossos tras ser arrestado

Los Mossos, delante del Paradise tras un aviso bomba.PERE DURAN

El principio de que las cosas son muchas veces lo que parecen empieza a tomar cuerpo en el caso de los atentados contra el macroburdel Paradise, el año pasado, en La Jonquera (Alt Empordà). Uno de los detenidos, acusado de formar parte del grupo criminal que colocó un coche bomba la noche del 23 de diciembre frente al local, pidió ver de manera “informal” a los investigadores. No hacía ni un día que había sido detenido, la causa seguía bajo secreto de sumario y Felipe E. estaba nervioso. Sobre él pesaban la acusación de tenencia de explosivos, entre otras, y al ver en la celda contigua a Carlo...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El principio de que las cosas son muchas veces lo que parecen empieza a tomar cuerpo en el caso de los atentados contra el macroburdel Paradise, el año pasado, en La Jonquera (Alt Empordà). Uno de los detenidos, acusado de formar parte del grupo criminal que colocó un coche bomba la noche del 23 de diciembre frente al local, pidió ver de manera “informal” a los investigadores. No hacía ni un día que había sido detenido, la causa seguía bajo secreto de sumario y Felipe E. estaba nervioso. Sobre él pesaban la acusación de tenencia de explosivos, entre otras, y al ver en la celda contigua a Carlos V. “ató cabos”; decidió no “comerse ese marrón” y optó por el clásico conocido como tirar de la manta.

Más información

 En su declaración informal, que consta en la causa y que duró tres horas, implicó a los detenidos en la colocación de los artefactos explosivos y atribuyó el encargo al dueño del burdel Lady Dallas. “Por un tema puramente de competencia comercial”, dijo. El Lady Dallas está a menos de un kilómetro del Paradise y, hasta su apertura, era el local más grande de la zona. Hasta ahora, la policía catalana ha dado solo con los presuntos autores materiales de la campaña de atentados, siete personas a las que detuvieron el pasado 14 de noviembre.

Entre ellos está Felipe E., como conductor habitual del grupo criminal, que contó a los agentes que el dueño del Lady Dallas hizo el encargo a un “íntimo amigo suyo”, un ciudadano francés. La policía catalana lo ha identificado como Carmelo G., también detenido. La acusación de Felipe E. toma aún más verosimilitud después de que una prostituta declarase a los Mossos que Carmelo G. le advirtió, ocho meses antes de lo ocurrido, de que el Paradise “iba a explotar”, recomendándole que se fuese de allí. La mujer conoció precisamente a Carmelo G. en el Lady Dallas, donde había ejercido con anterioridad.

El acusado asegura que el Lady Dallas ordenó la colocación del coche bomba

En su confesión, Felipe E. contó que en más de una ocasión había dejado al presunto cabecilla de los detenidos, Javier J. alias El Gordo, en el Lady Dallas, donde este había mantenido reuniones. Un hombre al que definió como de “gatillo fácil”, por lo que no pudo garantizar a los investigadores que siguiera colaborando con ellos porque temía las represalias.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El Paradise, con la propaganda de ser el prostíbulo más grande de Europa, ha vaciado el resto de locales. El 23 de diciembre dos encapuchados aparcaron delante un coche bomba; días antes, desde una motocicleta lanzaron dos bombas caseras; la noche del 31 de diciembre hubo otro aviso de bomba; y en medio de esa campaña, alguien envió un mail a los medios y a la policía, reivindicando la autoría de los atentados y pidiendo a su dueño, José Moreno —que sirvió para bautizar la operación como Rockefeller— que devolviese una presunta deuda. Tras un año de investigación, los agentes solo lograron dar con la banda del Gordo, que actuaron presuntamente a sueldo de alguien, a quien no identificaron.

Las dos principales pruebas contra ellos es un gel inflamable, de la marca Carrefour, que dejaron junto al Porsche Cayenne en el que primero huyeron y luego quemaron. La policía logró las grabaciones de las cámaras del establecimiento en el que lo compraron, donde aparecen tres de los detenidos. Además, en la triangulación de los teléfonos que se usaron cerca del locutorio desde el que se envió el correo electrónico reivindicando la autoría de los atentados, salen los móviles de Javier J. y su hermano, Andrés, J. también detenido. Su abogado, Carles Monguilod, ha pedido la libertad para ambos. Asegura que no hay prueba directa contra ellos, que las imágenes de las cámaras no son nítidas y que las triangulaciones no son exactas. Sobre la declaración de Felipe E., asegura que es “absolutamente dudosa” por la forma en la que se llevó a cabo.

Sobre la firma

Archivado En