Condenado a 19 años de cárcel el padre que decapitó a su hija
El jurado popular rechaza los atenuantes de transtorno mental y embriaguez, pero acepta el de confesión
La Audiencia de Girona ha condenado a 19 años de prisión a Marcelo Ruiz Ospina, el colombiano de 38 años que el 10 de noviembre de 2011 decapitó a su hija de 18 meses con un cuchillo de cocina.
Una vez emitido el veredicto del jurado a mediados del mes pasado, la resolución de la que ha sido ponente la magistrada Sonia Losada, condena al acusado a los 19 años de pena que solicitó la fiscalía. El jurado, que emitió su veredicto acogiéndose a la tesis del ministerio público, consideró probado que Marcelo Ruiz se aprovechó “de la imposibilidad absoluta de defenderse” de su hija para cortar...
La Audiencia de Girona ha condenado a 19 años de prisión a Marcelo Ruiz Ospina, el colombiano de 38 años que el 10 de noviembre de 2011 decapitó a su hija de 18 meses con un cuchillo de cocina.
Una vez emitido el veredicto del jurado a mediados del mes pasado, la resolución de la que ha sido ponente la magistrada Sonia Losada, condena al acusado a los 19 años de pena que solicitó la fiscalía. El jurado, que emitió su veredicto acogiéndose a la tesis del ministerio público, consideró probado que Marcelo Ruiz se aprovechó “de la imposibilidad absoluta de defenderse” de su hija para cortarle la cabeza con un cuchillo de 20 cm de hoja. Los nueve miembros del jurado consideraron que mató a la pequeña aprovechándose de su condición de padre y de que no se podía defender.
Además, mantuvieron que llevó el asesinato a cabo sin que ningún trastorno mental afectara ni total ni moderadamente sus facultades. Tampoco aceptaron que la ingesta de alcohol nublara su entendimiento. Así, las cuatro mujeres y cinco hombres del jurado rechazaron los eximentes que les proponía el letrado de la defensa, Jordi Colomer. No creyeron tampoco que se diera ni una “embriaguez” ni “un trastorno psicótico breve”, ni siquiera que presentara “un trastorno de la personalidad inespecífico”, como dijeron los psiquiatras de Brians, que provocara que sus facultades se hallaran afectadas, sin llegar a tenerlas totalmente anuladas.
Sí aceptaron por unanimidad el atenuante de confesión. Tras cometer el crimen el asesino confeso “llamó por teléfono al 112, explicando que había matado a su hija pequeña, solicitando presencia policial e indicando voluntariamente donde había dejado el cuchillo, colaborando con ello a esclarecer el caso”.
La sentencia de la sección tercera de la Audiencia, condena además al acusado a pagar más de 176.000 euros de indemnización a su ex mujer y a su otra hija de 10 años.
El abogado de la defensa, que había pedido la pena mínima para su cliente, ya ha anunciado que recurrirá la sentencia.