Los trabajadores de las oficinas de Panrico piden el fin de la huelga

Los empleados de administración aseguran que el paro es ilegal y desconfían del comité Su petición de votar la continuidad de la propuesta fue difundida por la dirección de la empresa La división entre despachos y fábrica se visualizó en la votación de la rebaja salarial en 2012

La semana que los trabajadores de Panrico en Santa Perpètua de Mogoda llevan en huelga por el impago de las nóminas y la amenaza de despido de la mitad de la plantilla comienza a pasar factura: mientras la mayoría de los empleados de producción siguen con la moral alta, un ce...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La semana que los trabajadores de Panrico en Santa Perpètua de Mogoda llevan en huelga por el impago de las nóminas y la amenaza de despido de la mitad de la plantilla comienza a pasar factura: mientras la mayoría de los empleados de producción siguen con la moral alta, un centenar de trabajadores, la mayoría del área de administración, han pedido por carta la convocatoria de una asamblea en la que poder votar la continuidad de la huelga.

La carta la firman 114 personas, que técnicamente son más de un tercio de la plantilla, que la empresa cifra en 334 asalariados fijos, por lo que tendrían suficiente fuerza para convocar una asamblea. Pero el presidente del comité, Ginés Salmerón (CC OO) ha exigido a la empresa un censo de empleados, que asegura que son más. Esta tarde hay una reunión convocada a las puertas de la fábrica, pero varios empleados en huelga que han confirmado la cita explican que no saben cuál es el orden del día.

El texto del centenar de trabajadores que piden la asamblea se centra sobre todo en las "dudas razonables sobre la legalidad de la huelga convocada" y en recordar "la posición inalterable de la empresa ante las reivindicaciones de los trabajadores". La petición de celebrar una asamblea se basa también en dudas sobre el hecho de que el presidente del comité de empresa estuviera presente en la reunión de Madrid donde se acordó el pago fraccionado de la nómina de septiembre y el compromiso de no convocar huelgas y la asamblea celebrada hace dos sábados en la que Barcelona se descolgó y decidió sí convocar el paro. La carta también reclama información "sobre las consecuencias de hua huelga que puede ser declarada ilegal", el coste que el paro tendrá para los trabajadores y cuál será la postura del comité en futuras negociaciones del plan de viabilidad.

Se da la circunstancia de que la existencia de la carta fue difundida en la tarde de ayer por la propia dirección de Panrico. En una misma "nota informativa", la empresa advertía literalmente: "en Panrico todos somos necesarios, pero ninguno imprescindible y nuestro proyecto industrial, con 5 plantas en España, 2 en Portugal y 2 en Canarias garantiza que somos capaces de mantener nuestra actividad y seguir suministrando todos nuestros productos con total garantía y seguridad".

La divergencia de opiniones entre las áreas de producción (habitualmente más combativa con las decisiones de la empresa) y administración viene de lejos en Panrico y se visualizó durante el referéndum del año pasado en el que los trabajadores de las oficinas y distribución votaron una rebaja salarial del 25% que afectaba a las áreas de producción. En ese caso, la división fue incluso física: los de arriba votaron y los de abajo, no. Estos días, en las puertas de la fábrica apenas hay personal de administración (no llegan a seis personas) durante las largas jornadas en los que los piquetes velan para que nadie entre en la planta. Precisamente de las oficinas son el personal que un par de días ha intentado entrar a trabajar, primero en una caravana de coches particulares y en otra ocasión a bordo de un autobús.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En