Fabra se distancia más de Ciscar y le impone un cargo de segundo nivel

Rafael Sánchez Pellejero ocupará la subsecretaría de Presidencia que dejó Marín

Valencia -
Rita Barberá, Alberto Fabra y Paula Sánchez de León, este jueves en el Tribunal de las Aguas de Valencia.MÒNICA TORRES

Las relaciones entre el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y su vicepresidente, José Ciscar, pasan por su momento más bajo. Desde que, a finales de mayo, se difundió que Presidencia había contratado un entrenador personal para mejorar las condiciones de liderazgo de Fabra, el distanciamiento entre ambos se ha traducido en una merma en la influencia del vicepresidente y portavoz del Consell.

...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las relaciones entre el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y su vicepresidente, José Ciscar, pasan por su momento más bajo. Desde que, a finales de mayo, se difundió que Presidencia había contratado un entrenador personal para mejorar las condiciones de liderazgo de Fabra, el distanciamiento entre ambos se ha traducido en una merma en la influencia del vicepresidente y portavoz del Consell.

A mediados de junio, el presidente decidió suprimir los delegados provinciales del Consell, que dependían de la Consejería de Presidencia, Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua y le colocó al vicepresidente un nuevo contrapeso al ascender a Esther Pastor —a quien se achacó la iniciativa de contratar un entrenador personal— a secretaria autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales.

Este viernes el Consell tiene previsto cubrir la vacante de la subsecretaría de Presidencia. Un puesto desde el que se controla toda la fontanería de la consejería y que ocupará una persona ajena al titular de la cartera, José Ciscar.

Un ‘topo’ en casa

El desconcierto se ha instalado en Presidencia de la Generalitat después de que la Asociación contra la Corrupción en la Comunidad Valenciana —una entidad privada creada hace pocos meses— anunciase el pasado miércoles en su página web los nombramientos que hoy tiene previsto realizar el Consell. Un desconcierto que se sumó a la sorpresa del Palau de la calle Cavallers tras conocer que esta misma asociación había tenido acceso a la factura del gasto telefónico correspondiente al mes de junio de la secretaria autonómica de Presidencia, Cristina Macias. ¿Cómo es posible que una entidad, sin historial alguno, tenga acceso a documentación sensible de Presidencia de la Generalitat?

La respuesta para la cúpula del Gobierno valenciano es evidente: hay uno o varios topos dispuestos a provocar cortocircuitos en el ya de por sí complejo entramado de Presidencia. Fuentes del Consell descartaron ayer que se vaya a realizar una investigación interna para averiguar donde está la fuga de información, pero sí extremarán las precauciones.

El presidente de la Generalitat ha decidido colocar a Rafael Sánchez Pellejero, hasta ahora director general de Economía, como número tres del departamento de Ciscar. Pellejero conoce a Fabra desde su etapa como alcalde de Castellón que fue quien instó al consejero de Economía, Máximo Buch a incorporarlo a su equipo en la Administración valenciana. Ahora, Fabra lo incorpora a un área clave de la Consejería de Presidencia y deja las manos libres a Buch para cubrir la dirección general de Economía.

La decisión es de calado, fundamentalmente porque Ciscar no ha podido designar libremente a una persona de su confianza, aunque el presidente sí ha solicitado su beneplácito hacia el candidato propuesto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Finalmente, tras vetar dos propuestas, Ciscar aceptó esta semana el nombramiento de Pellejero, quien mantiene una relación cordial con la secretaria autonómica de Presidencia, Cristina Macías. El puesto de subsecretario de Presidencia está vacante desde que Jesús Marín, hombre de confianza de Ciscar, dimitió hace tres semanas.

Fuentes del PP explicaron que la decisión de Fabra de nombrar a Pellejero responde a varios objetivos: aumentar su anillo de confianza, controlar el protagonismo de Ciscar y reforzar la supervisión sobre un departamento que maneja demasiados temas sensibles. Fuentes cercanas al presidente consideran que el vicepresidente de la Generalitat no ha gestionado adecuadamente ni la reconversión de Ràdio Televisió Valenciana, ni las negociaciones con Bankia y la Fundación del Valencia CF. Las mismas fuentes indican, además, que hay preocupación por el proceso de privatización del aeropuerto de Castellón, que también dirige Ciscar.

Esther Pastor se convierte en el contrapeso del vicepresidente

La intención de acotar el enorme poder acumulado por Ciscar también habría tenido reflejo, según fuentes del partido, en el PP de la provincia de Alicante, que preside el vicepresidente del Consell. En ese contexto se enmarcaría la decisión de celebrar la cena de inicio de curso en Elche sin consultar con Ciscar y los recientes contactos del secretario general del PP y consejero de Gobernación, Serafín Castellano, con antiguos referentes zaplanistas de la provincia.

En la reunión del Consell de este viernes, además del nombramiento de Pellejero también se designará a Vicenta Grau secretaria general administrativa de Presidencia, una funcionaria con fama de rigurosa y perfil técnico.

“El presidente ha de formar su equipo y tomar decisiones”, recalcó un cargo próximo a él, que descartó que haya una remodelación del Gobierno valenciano, pero sí “una adecuación”.

Ahora solo falta saber cuánta tensión pueden aguantar las cuadernas de la nave sin que se abran vías de agua.

Archivado En