Dos nuevos asaltos violentos en una semana en Girona

Los Mossos buscan a cuatro encapuchados que ataron a una mujer y a su hija tras llevarse 30.000 euros

El primero de los asaltos tuvo lugar en una casa aislada de la urbanización Refugi de Les Gavarres de Cassà de la Selva (Gironès) la madrugada del pasado día 9 de septiembre. La dueña de la casa, y su hija de 16 años llegaron a casa y encontraron a cuatro encapuchados que las esperaban. Estuvieron atadas toda la noche hasta que el jardinero las encontró a la mañana siguiente. El segundo asalto se produjo la noche del lunes; en este caso también cuatro asaltantes entraron en una masía de Vilobí d'Onyar (La Selva) y dejaron atados a sus dueños.

El pasado lunes 9, sobre la una de la madrug...

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El primero de los asaltos tuvo lugar en una casa aislada de la urbanización Refugi de Les Gavarres de Cassà de la Selva (Gironès) la madrugada del pasado día 9 de septiembre. La dueña de la casa, y su hija de 16 años llegaron a casa y encontraron a cuatro encapuchados que las esperaban. Estuvieron atadas toda la noche hasta que el jardinero las encontró a la mañana siguiente. El segundo asalto se produjo la noche del lunes; en este caso también cuatro asaltantes entraron en una masía de Vilobí d'Onyar (La Selva) y dejaron atados a sus dueños.

El pasado lunes 9, sobre la una de la madrugada, Carme M., propietaria de un restaurante de Sant Feliu de Guixols, llegó a su domicilio situado en el corazón de les Gavarres, en compañía de su hija de 16 años. En el interior, las esperaban cuatro encapuchados que lograron evitar las alarmas y los perros de vigilancia de que dispone la propiedad. Los asaltantes estaban esperando a las víctimas en la única habitación de la casa en la que no vieron sensores de alarma. Según han informado fuentes policiales, los ladrones les exigieron que les dijeran donde estaba la caja fuerte. Además, para ejercer más presión sobre la madre, se llevaron a la hija dentro de un coche haciéndole creer que si no colaboraba con ellos la agredirían.

La mujer les entregó rápidamente unos 30.000 euros en efectivo que tenía en casa de la recaudación del restaurante. Los encapuchados se apoderaron también de diversas joyas y de teléfonos móviles y encerraron en el trastero a las dos mujeres. No fue hasta seis horas después, sobre las ocho de la mañana, cuando el jardinero las encontró. Los investigadores sospechan que los ladrones conocían perfectamente las costumbre de las dos habitantes de la casa y habían estudiado su ubicación, privilegiada por estar aislada pero con acceso por varios caminos de tierra.

Por otra parte, los Mossos d’Esquadra también investigan un segundo asalto violento la noche del pasado lunes día 16 en una masía de Vilobí d’Onyar, cuando cuatro encapuchados asaltaron la casa de los propietarios de una carnicería y de una ganadería.

El escenario de este último asalto fue la Masía La Tribana, de Vilobí, sobre las 21.30 horas. Según el relato de la víctima, sin mostrar ningún tipo de arma, los asaltantes le pidieron que les dijera donde estaba la caja fuerte. Cómo no tenía, y para evitar que los asaltantes pudieran usar la violencia en su contra, les dijo que todo lo que tenía de valor en casa eran 900 euros. A los 15 minutos, llegó la mujer. Los ladrones también le ataron las manos y la dejaron en la misma habitación que a su marido.

Tras tenerlos retenidos dos horas, sobre medianoche, los asaltantes huyeron a pie por un campo de contiguo a la finca. Los agentes de policía científica e investigación del Área de Investigación Criminal (AIC), que se ha hecho cargo del caso, estuvieron unas cinco horas intentando encontrar cualquier prueba o indicio que apuntara hacia la identidad de los ladrones violentos. No es la primera vez que este matrimonio es víctima de un robo. Hace tiempo les robaron y mataron cerdos y se les llevaron un tractor.

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