Una sentencia obliga al Liceo a readmitir a dos de los músicos despedidos

Se incorporarán el 25 de septiembre, tras finalizar el ERE que afecta a la plantilla

Fachada principal del Liceo de Barcelona.joan sanchez

“Estaba claro que los motivos del despido no eran objetivos y que no era posible que una carrera de más de 25 años terminara en un acto de 15 minutos sin, ni siquiera, darnos las gracias. Fue un golpe muy fuerte a nivel humano”. El violonchelista Peter Thiemann no oculta su alegría, tras conocer la sentencia del pasado 29 de julio que obliga a la Fundación del Gran Teatro del Liceo a readmitirlo en el puesto de violonchelista solista que había desempeñado desde septiembre de 1987. También ordena incorporar en su pues...

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“Estaba claro que los motivos del despido no eran objetivos y que no era posible que una carrera de más de 25 años terminara en un acto de 15 minutos sin, ni siquiera, darnos las gracias. Fue un golpe muy fuerte a nivel humano”. El violonchelista Peter Thiemann no oculta su alegría, tras conocer la sentencia del pasado 29 de julio que obliga a la Fundación del Gran Teatro del Liceo a readmitirlo en el puesto de violonchelista solista que había desempeñado desde septiembre de 1987. También ordena incorporar en su puesto como solista de clarinete a Joan Josep Mercadal, tal y como hacía desde 1984. “Estoy muy contento de que el juez reconozca la improcedencia de unos despidos arbitrarios. La sentencia limpia el nombre de nuestra profesionalidad”, asegura Mercadal.

Thiemann y Mercadal denunciaron a la Fundación del Gran Teatro del Liceo, tras haber sido despedidos junto con otros 14 trabajadores del teatro: 2 miembros del coro, 2 de maquinaria, 1 de luminotecnia y 11 músicos de la Orquesta Sinfónica: 2 clarinetes solistas, 2 violines, 2 trompas, 2 trompetas, 1 solista de trombón, 1 solista de trombón bajo y 1 violonchelista solista. El teatro les comunicó a todos por carta personal el despido “por motivos económicos y productivos”, con una indemnización de 20 días por año trabajado y un máximo de una anualidad, el día después de que el Liceo ofreciera su última función de la ópera Aida que cerraba la temporada 2012 y tras renunciar todos los trabajadores a su nómina de junio para hacer frente a la difícil situación económica que atraviesa el coliseo.

El juez asegura que el Liceo sustituyó a los despedidos por trabajadores a tiempo parcial

Cuatro de los músicos despedidos en septiembre de 2012 llegaron a un acuerdo con la empresa, consiguiendo unos días más de indemnización, mientras que cinco pusieron también demanda por despido improcedente con resultado desigual. Dos ya han visto cómo sus aspiraciones no eran recogidas por el juez, que ha desestimado la demanda —una sentencia que han recurrido—, mientras que otros tres despedidos esperan el juicio que está previsto celebrar en septiembre.

Según la sentencia firmada por el juez Salvador Salas del Juzgado de los Social número 17 de Barcelona está comprobado que las plazas de los músicos no fueron amortizadas, “obvio en un despido por causas económicas”, sino que se había hecho de forma “parcial”, señalando que se habían suprimido los puestos de trabajos “pero para los casos en que su prestación era necesaria habían realizado contrataciones de profesores concretos para los días determinados en que debían producirse los ensayos y la actuación ente el público, abonando solamente las retribuciones correspondientes a dichos días”. Para el juez no hay duda de que lo que ha hecho el Liceo ha sido “sustituir a los despedidos por trabajadores a tiempo parcial”.

Cuatro músicos apartados pactaron, dos perdieron la demanda y tres esperan juicio
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El abogado José Manuel Morante que ha llevado el caso, aportó al juez información en la que demostraba que de los 22 títulos programados para esta temporada en el Liceo, solo en dos no estaba prevista la actuación de un clarinete solista y en un solo caso no se necesitaba a un violonchelo solista. “Estaba claro que los puestos de trabajo de mis demandantes seguían existiendo y antes de despedirlos ya tenían sustitutos”, explica Morante.

El Liceo tenía dos opciones, según la sentencia: “incorporar los músicos en el mismo puesto y condiciones de trabajo que regían antes del despido o indemnizarlos”. El 1 de agosto, Mercadal y Thiemann recibieron una carta diciendo que de nuevo formaban parte de la plantilla. “Serán ellos los que interpretarán todo el repertorio”, matiza Morante.

No podrán volver al coliseo barcelonés hasta el 25 de septiembre. Este mes de agosto el personal está de vacaciones, y hasta el día 25 de septiembre la empresa aplica un ERE a toda la plantilla —que tendrá un segundo periodo en el mes de julio de 2014—, una medida adoptada según la empresa para “hacer frente al déficit originado por los ajustes presupuestarios” y que es una de las soluciones aprobada en marzo por el Patronato de la Fundació del Gran Teatre del Liceo, que apuntaban ya hacia una importante reducción del gasto salarial gracias a la limitación del calendario artístico a sólo nueve meses de actividad, de septiembre a julio.

Se incorporarán en el mismo puesto y condiciones de antes del despido

Sobre el futuro del Liceo planean más dudas: continúa abierto la plaza de director general, tras finalizar su contrato en julio, y no ser renovado, Joan Francesc Marco. El Patronato que preside Joaquim Molins ha optado por contratar una empresa de cazatalentos para seleccionar el candidato idóneo que lo sustituirá.

Los dos músicos readmitidos no han estado de brazos cruzados desde su despido. Ayer por la mañana, Thiemann ensayaba en Solsona con 20 alumnos de la Academia Internacional de Música que este agosto realizan 25 actuaciones por municipios de la Cataluña central. Por su parte, Mercadal colabora como profesor de clarinete desde hace un año con la fundación Barenboim-Said. “No he estado parado ni un solo día, pero la situación que he vivido ha sido realmente lamentable ”, explica el músico que se lamenta de no haber recibido ni una sola llamada por parte de miembros del comité de empresa del Liceo, ni de la Asociación Española de Orquestas. “Veremos cómo nos reciben el día 25 de septiembre, pero nosotros, como siempre, estaremos a lo nuestro que es la música”, remacha Mercadal.

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