Los generosos amigos de Picasso

El museo barcelonés del artista explica en una exposición cómo ha creado su colección desde que abrió sus puertas en 1963

'Hombre sentado', pintada por Pablo Picasso en 1969 y donada por Pablo Vilató, cierra la exposición. carles ribas

Pocas veces existe la oportunidad de saber cómo han llegado hasta las paredes de un museo las obras de arte que se exponen. Más allá del título, el autor y el año en que fueron creadas, sus cartelas no informan de la historia y de las distintas manos por las que ha pasado desde que se crearon. El Museo Picasso de Barcelona, en su segunda exposición con motivo de su 50 aniversario, explica cómo se ha configurado su colección desde 1963 y cuáles han sido los principales artífices que han llevado a este museo -uno de los más visita...

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Pocas veces existe la oportunidad de saber cómo han llegado hasta las paredes de un museo las obras de arte que se exponen. Más allá del título, el autor y el año en que fueron creadas, sus cartelas no informan de la historia y de las distintas manos por las que ha pasado desde que se crearon. El Museo Picasso de Barcelona, en su segunda exposición con motivo de su 50 aniversario, explica cómo se ha configurado su colección desde 1963 y cuáles han sido los principales artífices que han llevado a este museo -uno de los más visitados de Cataluña-, a tener la personalidad que tiene hoy.

Testimonio de la vinculación entre Pablo Picasso y Barcelona, el museo se ha ido creando en estos 50 años a través de donaciones y legados de un grupo de personas. El nombre de todos y cada uno fue leído por el director del museo Bernardo Laniado-Romero, durante la presentación de la exposición. “Ellos han hecho posible la estancia perenne de Picasso en Barcelona”. El primero generoso fue Picasso, que donó 2.900 obras en diferentes entregas, sobre todo entre los años 1968 y 1970. Los segundos su secretario Jaume Sabartés —origen del museo y que hasta 1968 entregó un total de 572 piezas— y el Ayuntamiento de Barcelona que reunió las obras conservadas en los museos municipales y las nuevas que ha ido adquiriendo a lo largo de los años. Pero también los herederos del artista, entre ellos su viuda Jacqueline y sus hijos Maya, Claude y Paloma, además de galeristas, coleccionistas y artistas, como Salvador Dalí que entregó los 30 aguafuertes de la Metamorfosis de Ovidio editados en 1931, en un acto celebrado en el que Gala donó un collage.

SOLO PARA CASADAS

Que los tiempos han cambiado queda patente en la obra 'Isidre Nonell con una mujer', pintada por Picasso en 1902 y donada por el Ayuntamiento de Barcelona en 1963. Su contenido pornográfico hizo que no se exhibiera y se conservara doblada por la cintura del hombre. Solo podían verla completa las empleadas casadas del museo.

La comisaria Malén Gual ha explicado que se trata de una “colección no planificada, sino que está formada por lo que la gente nos ha querido dar. Nuestros benefactores han retornado a Picasso lo que él les había regalado, cerrándose un círculo”. Lo primero que ve el visitante son dos enormes gráficos donde queda claro que en el museo formado por 4.250 obras de Picasso, es un museo donde predominan las pinturas de juventud y formación y las relacionadas con Barcelona, porque el propio Picasso las hizo cuando vivió en esta ciudad y porque estaban custodiadas por la familia en domicilios barceloneses. “Estos fondos son uno de los más importantes del mundo en cuanto a documentar una etapa concreta de un pintor”, aseguró Gual.

Para la exposición reducida de tamaño, pero rica en explicaciones que permiten conocer muchos más este multitudinario museo, se han escogido 23 obras. Como Retrato de Jaume Sabartés con gorguera y sombrero, una de las pinturas de la serie de Las Meninas —creada en 1957— que el museo conserva orgulloso completa desde mayo de 1968, cuando Picasso la donó con la intención de que no se dispersara. La minotauromaquia, Mujer del mechón o Retrato de Jacqueline con cinta, donadas o adquiridas por el Ayuntamiento. Retrato, de perfil, de la madre del artista, el impactante Retrato de la tía Pepa o Sueño de un marinero: mujeres en cada puerto, cedidas para su museo por el propio pintor o La mujer de la cofia donada por la propia Jacqueline Picasso en 1985, que tres años antes había cedido, por sorpresa, 41 piezas de cerámicas creadas por el malagueño.

Abierta hasta el 24 de noviembre, tras la muestra que se centró en los orígenes del centro, la celebración de los 50 años del museo se cerrará con una tercera exposición centrada en las exposiciones, que se verá en 2014.

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