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Madera de músicos

Los artesanos constructores de instrumentos musicales de Madrid se afanan por lograr el instrumento perfecto

Entre Fernando Solar y su hijo pueden hacer siete instrumentos al año que venden por entre 17.000 (violín) y 28.000 euros (violonchelo) cada uno. En la imagen, violín en construcción en el taller de Fernando Solar.Claudio Álvarez
Carlos Sabrafén, lutier de guitarras y bajos acústicos y eléctricos, trabaja por encargo y entre sus clientes tiene a conocidos músicos, aunque prefiere no desvelar sus nombres. "El encargo más extraño, que también fue un bajo de dos mástiles unidos por la cabeza, como siameses". Una de sus guitarras puede valer entre 3.500 y 4.000 euros. Su clientela es fija y está fidelizada. El boca a boca hace el resto. "Si lo que buscas es un trabajo de calidad, siempre es mejor la segunda opción".Bernardo Pérez
Rafael Montemayor, lutier de violines, violas y violas de gamba, tiene 45 años y lleva 23 en el oficio. Cada uno de sus violines cuesta entre 14.000 y 20.000 euros y los vende principalmente a músicos profesionales y estudiantes avanzados.Bernardo PÈrez
Felipe Conde y su hijo, que se llama igual, hacen guitarras clásicas y de flamenco en su taller, fundado en 1915. De allí salen cada año entre 20 y 30 guitarras que, si son de primera calidad, venden a unos 18.000 euros. Aseguran que la crisis ha afectado principalmente al mercado interno.Bernardo Pérez
"Cogí mi guitarra Conde, la saqué de la caja y parecía hecha de helio, muy ligera. Me la puse en la cara y la olí, la fragancia de la madera viva", dijo Leonard Cohen en el discurso de agradecimiento del Premio Príncipe de Asturias. Otros clientes famosos son Lenny Kravitz, Cat Stevens, Enrique de Melchor, David Barney, Al Di Meola y Bob Dylan. "La mejor recompensa es que grandes como Paco [de Lucía] toquen tu guitarra. Es algo mágico", cuenta Felipe Conde.Bernardo Pérez
Las familias de artesanos Amati, Stradivari y Guarneri hicieron en Cremona sus más famosas obras. De los stradivarius, los más renombrados, se conservan alrededor de 600 instrumentos y por ellos se paga un precio muy elevado. Uno, el Lady Blunt, hecho en 1721, alcanzó los 11 millones de euros en subasta en 2011 y el dinero fue destinado a los damnificados por el tsunami de Fukushima, en Japón.Bernardo PÈrez