“No sé cómo alimentaré a tres personas si me recortan el sueldo”

Los empleados de FCC de Valdemoro acampan frente al Ayuntamiento La empresa quiere recortar los sueldos un 5% con carácter retroactivo La medida haría perder unos 4.000 euros a cada empleado

Un empleado de limpiezas pasa por delante de la acampada.CRISTÓBAL MANUEL

Botellas de agua, algunos termos, cartones de zumo y varios sacos de dormir y mantas. En el campamento de los empleados de FCC, la empresa concesionaria de limpieza, en Valdemoro hay lo justo para llevar de la mejor manera posible el frío y aguantar “hasta que haga falta”. También hay carteles en los que muestran sus reivindicaciones y una hucha con fondos para gastos comunes. Los 148 empleados de esta contrata municipal llevan acampados frente al Ayuntamiento una semana y en huelga indefinida desde el 19 de marzo por la modificación en el convenio que la empresa les ha propuesto, que incluye ...

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Botellas de agua, algunos termos, cartones de zumo y varios sacos de dormir y mantas. En el campamento de los empleados de FCC, la empresa concesionaria de limpieza, en Valdemoro hay lo justo para llevar de la mejor manera posible el frío y aguantar “hasta que haga falta”. También hay carteles en los que muestran sus reivindicaciones y una hucha con fondos para gastos comunes. Los 148 empleados de esta contrata municipal llevan acampados frente al Ayuntamiento una semana y en huelga indefinida desde el 19 de marzo por la modificación en el convenio que la empresa les ha propuesto, que incluye la rebaja del sueldo de hasta un 5% con efecto retroactivo desde 2011.

La empresa quiere recortar los salarios un 5% con carácter retroactivo

Por la noche hacen turnos y durante el día se suelen congregar en la acampada una buena parte de los trabajadores ataviados con camisetas de protesta. Es un campamento sin tiendas, porque les han comunicado que están prohibidas en la vía pública. Daniel Agudo es uno de los empleados: “No queremos molestar a los vecinos, pero sí que se enteren de lo que está pasando”. La plantilla sostiene que hace tres semanas la compañía puso encima de la mesa varios cambios en el convenio, en vigor hasta 2018, que ellos consideran “inaceptables”. Esta propuesta incluye supresión de permisos, del fondo social o de la cláusula en caso de despido improcedente. Pero el peor para el personal es la reducción de un 5% del sueldo de manera retroactiva desde hace dos años. Unos 4.000 euros por trabajador, según sus cálculos.

Daniela Ognianova es otra de las empleadas. Con su móvil está haciendo fotos del campamento para colgarlos en un blog que ha abierto para hablar del conflicto laboral. Es barrendera y cobra 1.000 euros al mes. Con ese sueldo paga el alquiler de su casa, de unos 500 euros al mes, en la que viven su hijo y su madre, que tiene una pensión de 150 euros. “Con mi sueldo tengo que alimentar a tres gargantas, no sé cómo lo haré si me lo recortan”, reconoce.

Una pizarra colocada en la zona de la acampada.C. M.

Los trabajadores realizaron hace unos días una procesión silenciosa por la localidad, también con el objetivo de dar a conocer a los valdemoreños su lucha. Gema del Pino, otra empleada, que ha dormido varias noches al raso, bajo los soportales de la plaza, asegura que los vecinos les apoyan, les dan comida y cuenta que uno de los bares cercanos les ofrece churros y porras.

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La huelga no se nota en las calles. La mayoría de los contenedores están vacíos y las vías bastante limpias, salvo algunas excepciones. Esto es, aduce la plantilla, porque la empresa “tira de eventuales” para que los paros no se noten y porque los servicios mínimos son del 50%. Tres empleados recorren el centro equipados con aspiradores y acompañados de un camión. En efecto, ellos son eventuales. No tienen por qué ir a la huelga porque no se rigen por el mismo convenio. El encargado les sigue mientras realizan su trabajo y el gerente está en una furgoneta que recorre el centro de Valdemoro.

La medida haría perder unos 4.000 euros a cada trabajador

“Vete a la plaza, allí te informarán de lo que pasa. A mí se me ha borrado la memoria”, responde el encargado cuando se le pregunta por la postura de FCC. El responsable toma imágenes con su móvil del periodista que saca una foto de los trabajadores que cumplen con los servicios mínimos. Los acampados se quejan de constantes enfrentamientos entre los altos mandos de FCC en Valdemoro y el personal en huelga. El entendimiento entre ambas partes parece lejano en este conflicto laboral.

El Ayuntamiento se mantiene al margen y se limita a apuntar que respeta el derecho de huelga pero insta a las partes a “negociar los términos del convenio colectivo que haga posible alcanzar cuanto antes un acuerdo que ponga fin a este conflicto laboral entre la empresa y los trabadores en beneficio de todos los valdemoreños”.

El personal de FCC de Valdemoro ya realizó una huelga en febrero de 2012 por el retraso acumulado en el pago de las nóminas. En esa ocasión, el problema se resolvió cuando el Consistorio ingresó a su contrata la deuda contraída.

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