Un juez obliga al Ayuntamiento Lleida a autorizar un prostíbulo en un polígono

El Ayuntamiento rechazó en 2009 el proyecto del local de alterne alegando problemas técnicos

El Ayuntamiento de Lleida ha visto como en 48 horas dos sentencias resolvían en su contra de manera contradictoria en sendos contenciosos administrativos instados por particulares sobre la ubicación de equipamientos en el polígono industrial El Segre. Un tribunal autoriza un prostíbulo cerca de donde otro ha vetado la construcción de una mezquita.

Después de conocerse el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que anula la recalificación de un solar municipal para construir en él una mezquita por ser incompatible el equipamiento de culto con la actividad de la zona, ...

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El Ayuntamiento de Lleida ha visto como en 48 horas dos sentencias resolvían en su contra de manera contradictoria en sendos contenciosos administrativos instados por particulares sobre la ubicación de equipamientos en el polígono industrial El Segre. Un tribunal autoriza un prostíbulo cerca de donde otro ha vetado la construcción de una mezquita.

Después de conocerse el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que anula la recalificación de un solar municipal para construir en él una mezquita por ser incompatible el equipamiento de culto con la actividad de la zona, un juez de Lleida obliga al consistorio a autorizar un local de alterne en la misma zona.

La sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo de Lleida obliga al Ayuntamiento a dar la licencia de actividad a un prostíbulo promovido por la empresa Antri SL en el polígono industrial El Segre, en un local que se encuentra a dos calles de donde el TSJC ha prohibido instalar una mezquita.

La empresa promotora del prostíbulo solicitó la licencia de actividad en 2009 para un local de 800 metros cuadrados con bar, 12 habitaciones y capacidad para 49 personas, pero tras aparecer la noticia en la prensa local, el Ayuntamiento de Lleida emitió un informe desfavorable alegando razones técnicas sobre la capacidad del local a efectos de evacuación de personas y sobre el número de aparcamientos, por no cumplir el proyecto con la ordenanza reguladora de los establecimientos de pública concurrencia.

El juez acusa al consistorio de filtrar información a la prensa sobre el proyecto y de vulnerar el sigilo profesional. “Es del todo punto imprudente que los responsables políticos de una Administración pública comenten y se dediquen a verter opiniones sobre la conveniencia o inconveniencia de conceder o no la licencia, cuando ni siquiera (y esto es lo más grave) el procedimiento había concluido en la vida administrativa”, señala la sentencia.

El juez entiende que en este caso se produjo una desviación de poder ya que el consistorio, tras tramitar el expediente con todos los informes a su favor, acudió a otros argumentos “peregrinos” como la capacidad del local o las plazas de aparcamiento para denegar “arbitrariamente” la licencia por el objeto del negocio, un club de alterne.

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La sentencia señala que “se han utilizado las potestades administrativas con fines totalmente distintos a los previstos por el ordenamiento, hasta el punto de que incluso cumpliendo con todas las condiciones, la administración ha seguido exigiendo requisitos que no podían exigirse legalmente”. Por todo ello, el juez estima que procede anular los actos administrativos impugnados y conceder la licencia solicitada, además de imponer las costas al consistorio por actuar con temeridad y mala fe.

La concejala de Urbanismo, Marta Camp, ha anunciado que el Ayuntamiento de Lleida “batallará hasta donde haga falta” y recurrirá la sentencia, que ha calificado de “contradictoria” con otra que rechazaba construir una mezquita en el mismo polígono industrial. “Es grotesco que dos jueces hayan decidido cosas tan contradictorias, como que en una parcela del polígono no pueda haber una mezquita y que dos calles más allá pueda ir un prostíbulo”, ha declarado Camps, para quien el proyecto no se ajusta a las ordenanzas municipales.

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