Alperi, las uñas, 450.00 empleos y el aplauso a los ERE

La actitud del exalcalde de Alicante suscita chanzas de la oposición Buch y Moragues despiertan poco entusiasmo

El exalcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, imputado en el caso Brugal, está tan cómodo en la última fila del Grupo Popular que este miércoles se cortaba las uñas tranquilamente mientras el consejero de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, comparecía. Su actitud suscitó chanzas de la oposición en las redes sociales y levantó ampollas en su grupo. Al final alegó, en declaraciones a Europa Press, que se cortaba una uña rota y se ...

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El exalcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, imputado en el caso Brugal, está tan cómodo en la última fila del Grupo Popular que este miércoles se cortaba las uñas tranquilamente mientras el consejero de Economía, Industria, Turismo y Empleo, Máximo Buch, comparecía. Su actitud suscitó chanzas de la oposición en las redes sociales y levantó ampollas en su grupo. Al final alegó, en declaraciones a Europa Press, que se cortaba una uña rota y se había puesto una tirita.

Mientras eso ocurría, Buch veía factible crear 450.000 empleos para llegar al “pleno empleo” en 2020. En consonancia, manejó solo indicadores positivos y apostó por la “reindustrialización” de la economía valenciana, para que la industria represente el 20% del PIB y la I+D+i pase del 1% al 2% del PIB en 2015. Lluís Torró, de Esquerra Unida, le recordó que el paro alcanza el 28,1%; Fran Ferri, de Compromís, le indicó que el PIB valenciano cayó un 2,3% en 2012 y previsiblemente caerá otro 1,8% este año, y el socialista Francisco Toledo dijo que en época de bonanza (2000-2008) la renta per cápita creció por debajo de la media y en crisis ha caído el doble. “La economía valenciana está enferma”, advirtió.

Buch despertó poco entusiasmo en los escaños del PP. Tampoco lo hizo el titular de Hacienda, Juan Carlos Moragues, que solo fue aplaudido cuando se refirió a los ERE en el sector público empresarial. Toda la oposición criticó el hecho. “Se acaban de retratar”, exclamó Ignacio Blanco, de Esquerra Unida. Y Mireia Mollà, de Compromís, comparó la reacción con el famoso “¡Que se jodan!” de Andrea Fabra. Ricardo Costa trató de enmendar el entuerto. Dijo que los diputados populares aplaudían en honor a los trabajadores que hubo que despedir. Costa sí que fue aplaudido por los suyos con entusiasmo.

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