Auditori, Liceo y Palau reactivan el Festival de Música Antigua

Tras la no celebración de la edición de 2012, el Festival de Música Antigua de Barcelona parecía condenado a desaparecer. Pero la unión hace la fuerza. Es lo que dice un conocido refrán que en estos tiempos de crisis se está convirtiendo en una gran verdad. Los últimos en comprobarlo han sido los tres grandes equipamientos musicales de la ciudad: el Auditori, el Liceo y el Palau de la Música, que han unido esfuerzos y recursos para que el festival no desaparezca. De entrada, la edición que arranca hoy en el Liceo con un concierto de Jordi Savall —que ofrecerá otros tres conciertos con las dife...

Tras la no celebración de la edición de 2012, el Festival de Música Antigua de Barcelona parecía condenado a desaparecer. Pero la unión hace la fuerza. Es lo que dice un conocido refrán que en estos tiempos de crisis se está convirtiendo en una gran verdad. Los últimos en comprobarlo han sido los tres grandes equipamientos musicales de la ciudad: el Auditori, el Liceo y el Palau de la Música, que han unido esfuerzos y recursos para que el festival no desaparezca. De entrada, la edición que arranca hoy en el Liceo con un concierto de Jordi Savall —que ofrecerá otros tres conciertos con las diferentes formaciones que dirige— sobre los gustos operísticos en la corte de Luis XIV y Luis XV, ha multiplicado su presupuesto por 10 y pasa a alcanzar los 1,25 millones de euros.

Entre febrero y julio la ciudad podrá escuchar 20 conciertos y asistir a 14 actividades programadas en los tres equipamientos, además de otros edificios con fuerte carga histórica de la ciudad, como son la Iglesia de San Felipe Neri, la Iglesia de Santa Ana o Las Drassanes. Este último fue donde tuvo lugar la presentación del festival, que contó con la participación de los tres directores de los equipamientos: Joan Francesc Marco del Liceo, Joaquim Garrigosa del Auditori y Joan Oller del Palau, y la bendición del alcalde Xavier Trías y el concejal de Cultura de la ciudad, Jaume Ciurana, que presidieron el acto. “No tenía sentido monopolizar un festival solo en L’Auditori”, aseguró Garrigosa, director del Auditori que desde 2006 organizaba solo el festival tras la salida de La Caixa. Su centro ha programado ocho conciertos, entre ellos, los de John Eliot Gardiner, que abordará la Misa en Si menor de Bach, y Viktoria Mullova, que interpretará tres sonatas para violín y piano de Beethoven.

La edición que arranca hoy en el Liceo con un concierto de Jordi Savall sobre los gustos operísticos en la corte de Luis XIV y Luis XV, ha multiplicado su presupuesto por 10 y pasa a alcanzar los 1,25 millones de euros

El Liceo aportará al festival un recital singular llamado Drama Queens, en la que la mezzo soprano Joyce Didonato recreará a las reinas de la ópera barroca y producirá una ópera de Mozart, Lucio Silla.

Por su parte, el Palau acogerá nueve conciertos, entre ellos: “A los malos de Haendel”, según explicó su director Oller, un espectáculo con algunas de las arias masculinas de este compositor, además de contar con la integral de las Suites de Bach que en un solo concierto ofrecerá Jean-Guihen Queyras, además de la versión de El Holandés Errante a cargo de Marc Minkowski y los Musiciens du Louvre.

La iniciativa pretende superar los 9.500 espectadores de la última edición. La letra pequeña del acuerdo deja clara la intencionalidad. No se trata de un festival con una dirección y una programación específica, sino que cada uno de los equipamientos aporta conciertos y artistas programados en sus respectivas temporadas y los coloca bajo el paraguas de la 35 edición del festival. Del éxito de público de la convocatoria puede depender que La Caixa vuelva a colaborar.