Vuelven al Liceo ‘Les contes d’Hoffmann’, de Offenbach, después de 23 años
La soprano Natalie Dessay y el barítono Laurent Naouri son los protagonistas
Les contes d'Hoffmann de Jacques Offenbach regresan al Liceo tras 23 años de ausencia con 11 representaciones que tendrán lugar desde hoy hasta el 23 de febrero.
La muerte del compositor antes de poder terminar del todo la obra es la causa de que Les contes d'Hoffmann, uno de los títulos fundamentales de la ópera romántica francesa, nunca haya podido contar desde su estreno en París en 1881 con una única e inequívoca “versión definitiva” de referencia. El barítono Laurent Naouri, que interpretará en el Liceo el cuádruple papel de Lindorf, Coppélius, Docteur Miracle y D...
Les contes d'Hoffmann de Jacques Offenbach regresan al Liceo tras 23 años de ausencia con 11 representaciones que tendrán lugar desde hoy hasta el 23 de febrero.
La muerte del compositor antes de poder terminar del todo la obra es la causa de que Les contes d'Hoffmann, uno de los títulos fundamentales de la ópera romántica francesa, nunca haya podido contar desde su estreno en París en 1881 con una única e inequívoca “versión definitiva” de referencia. El barítono Laurent Naouri, que interpretará en el Liceo el cuádruple papel de Lindorf, Coppélius, Docteur Miracle y Dapertutto, las cuatro encarnaciones del mal de la obra, manifestaba en la rueda de prensa de presentación, en relación con la imposibilidad de establecer un texto definitivo, que “con Les contes siempre estás en la situación de intentar alcanzar un compromiso entre lo que queda y las supuestas intenciones originales del autor”.
Construida argumentalmente sobre tres cuentos del poeta alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (1776-1822), que dan lugar a los tres actos centrales precedidos por un prólogo y continuados con un epílogo que proporcionan lógica y coherencia dramática a la obra, Les contes d'Hoffmann presenta uno de los argumentos más originales de la historia de la ópera y en el que se narra, en forma de flash-back y a través de la relación con cuatro mujeres, la imposibilidad por parte del poeta Hoffmann de alcanzar el amor.
La soprano Natalie Dessay debía interpretar en principio los cuatro papeles centrales femeninos, pero finalmente ha renunciado a ello y solo asumirá el papel de Antonia, la enferma que morirá por no querer renunciar a cantar. Interpelada en la rueda de prensa respecto al cambio de planes, Dessay se limitó a responder que “antes me planteaba las cosas como un reto; ahora, he decidido ser más sensata”. Los otros tres papeles principales femeninos que Dessay ha dejado vacantes estarán interpretados por Susana Cordón en el papel de Estela, Kathleen Kim como Olympia y Tatiana Pavlosvskaya como Giulietta. Se da la circunstancia de que en el segundo reparto de la obra, que actuará los días 5, 12, 16 y 19 de febrero, la soprano cubana Eglise Gutiérrez, que debuta en el Liceo, sí se atreverá con el reto de abordar los cuatro papeles femeninos.
El primer reparto de este montaje que se presenta como nueva coproducción entre el Liceo, la Opera de San Francisco y la Opera de Lyon, se completa con Michèle Losier como Nickaluse y el tenor norteamericano Michael Spyres, que se estrena en el Liceo, en el papel central del poeta Hoffmann.
La obra contará con Stéphane Denève en la dirección musical y Laurent Pelly en la dirección escénica. Pelly, que ha dirigido en diversas ocasiones a lo largo de su carrera obras de Offenbach y se puede considerar casi un especialista en las mismas, ya abordó Les contes hace 10 años en Lausanne con Naouri y Dessay en el reparto, aunque entonces la soprano francesa finalmente no pudo participar en el montaje. En aquella ocasión, Pelly contó, al igual que ahora en el Liceo, con Chantal Thomas en la escenografía y Agathe Mélinand en la dramaturgia. También entonces la escenografía buscaba su inspiración y su atmósfera en las inquietantes obras del pintor belga Léon Spilliaert (1881-1946). Las conexiones de la nueva producción que presenta ahora el Liceo con el trabajo de Pelly y su equipo hace 10 años en Lausanne parecen evidentes.