Plazas extraordinarias para colocar sillas

El Centro Cultural de la Diputación reclamó 12 puestos urgentes de porteros en vísperas del congreso

Las declaraciones de los testigos airearon la labor del batallón de los conserjes contratados para el edificio Cultural de la Diputación. El trabajo de los 33 porteros —últimamente 16, según precisa ahora Baltar— tiene el cometido de “colocar sillas, colocar catálogos cuando hay exposiciones y vigilar las puertas”: tres, de las que solo dos están abiertas al público.En vísperas del congreso de la sucesión dinástica en el PP de Ourense, el gerente de ese edificio cultural reclamó por vía de urgencia al exbarón 12 porteros más para el desarrollo de “tareas extraordinarias”.

 Una de las co...

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Las declaraciones de los testigos airearon la labor del batallón de los conserjes contratados para el edificio Cultural de la Diputación. El trabajo de los 33 porteros —últimamente 16, según precisa ahora Baltar— tiene el cometido de “colocar sillas, colocar catálogos cuando hay exposiciones y vigilar las puertas”: tres, de las que solo dos están abiertas al público.En vísperas del congreso de la sucesión dinástica en el PP de Ourense, el gerente de ese edificio cultural reclamó por vía de urgencia al exbarón 12 porteros más para el desarrollo de “tareas extraordinarias”.

 Una de las contratadas para esas tareas extraordinarias fue Rosa María Cabano, que el martes explicó en el juzgado cómo accedió al empleo sin siquiera haber entregado el DNI ni en la puerta de acceso a la Diputación. Cabano, la única de los cuatro testigos del martes que aseguró no tener vinculación con el PP, explicó que como sabía que a principios de año se aprueban los presupuestos, acudió al departamento de personal a entregar su currículum y preguntar si había trabajo. Y lo había. No sabe quién lo hizo, ni cómo pudo hacerlo sin tener su documento de identidad, pero “alguien de Personal” la llamó un día para decirle que necesitaban porteros-ordenanzas. Cabana asegura que con ella situaban sillas, vigilaban puertas y colocaban catálogos otras seis u ocho personas más en la jornada de mañana, de 8,30 a 14,30 horas y que otras tantas lo hacían en el turno de tarde, de 17 a 22. Sin embargo, precisó que no recuerda que hubiese exposiciones. “Supongo que serían por la tarde”, se excusó.

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