ICV lleva al Síndic la detención de dos sindicalistas por la huelga de marzo

Felip Puig cerró el expediente sin imponer ninguna sanción a los ‘mossos’

Rafael Ribó, 'síndic de greuges' de Cataluña.CARLES RIBAS

Iniciativa-Esquerra Unida no está por dejarle pasar ni una a Felip Puig, consejero de Interior en funciones. Después de quedar en evidencia por el vídeo de la huelga general del 14-N en el en el que Esther Quintana perdió el ojo izquierdo por la supuesta acción de los mossos, los diputados ecosocialistas quieren abrir un nuevo frente contra él por unos hechos que Puig ya da por cerrados.

Ocurrió el pasado 25 de abril, cuando los Mossos d’Esquadra acudieron a la factoría de la Seat de Martorell y se llevaron esposados a José Antonio J. O., de 40 años y José Javier E. M., de 48, ...

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Iniciativa-Esquerra Unida no está por dejarle pasar ni una a Felip Puig, consejero de Interior en funciones. Después de quedar en evidencia por el vídeo de la huelga general del 14-N en el en el que Esther Quintana perdió el ojo izquierdo por la supuesta acción de los mossos, los diputados ecosocialistas quieren abrir un nuevo frente contra él por unos hechos que Puig ya da por cerrados.

Ocurrió el pasado 25 de abril, cuando los Mossos d’Esquadra acudieron a la factoría de la Seat de Martorell y se llevaron esposados a José Antonio J. O., de 40 años y José Javier E. M., de 48, delegados sindicales de CC OO y UGT. Se les acusó de una falta de lesiones, daños y coacciones por un incidente ocurrido con un mosso d’esquadra de paisano en la huelga general del 29 de marzo.

Los sindicalistas pasaron varias horas en la comisaría de Martorell y ellos aseguran que fueron obligados a desnudarse y que quedaron solo en calzoncillos. De allí salieron con una citación judicial en la mano y hace ahora un mes el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Martorell les absolvió de todos los cargos al no creerse la acusación del policía de paisano. ICV denunció la detención de los sindicalistas el mismo día que se produjo, durante una sesión parlamentaria, y Puig replicó que el no la había ordenado y que abriría una investigación para esclarecer los hechos. Es la respuesta que se suele dar en estas circunstancias y el caso cayó en el olvido.

Pero el pasado 3 de diciembre, durante la comparecencia de Puig en la diputación permanente del Parlamento que después le dejó en evidencia por el caso de Esther Quintana, Iniciativa preguntó cómo estaba la investigación sobre el incidente con los sindicalistas y el consejero en funciones respondió que el expediente se había cerrado al no apreciarse ninguna actuación irregular de los agentes.

A la vista del carpetazo, Iniciativa ha anunciado ahora que llevará el caso al Síndic de Greuges, Rafael Ribó, con un informe muy detallado de lo ocurrido por si cree oportuno abrir una investigación. “El comportamiento de Puig vuelve a poner en evidencia una vez más que el consejero permite la impunidad policial en detrimento de los derechos ciudadanos”, asegura Jaume Bosch, diputado electo de ICV.

El incidente que acabó con la detención se produjo cuando los dos sindicalistas formaban parte de un piquete que a primera hora de la mañana cortó el tráfico en una rotonda de Abrera el día de la huelga general del 29 de marzo. Eso provocó una retención de vehículos, en uno de los cuales viajaba el agente, que se identificó como tal. En la denuncia relató que los sindicalistas le propinaron un puñetazo por la ventana del coche.

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Los sindicatos ya denunciaron aquel día que el único incidente lo causó el policía con su actuación, al hacer una maniobra peligrosa que le fue reprochada por los huelguistas. El caso es que en el juicio el policía se retractó de todo. No identificó a los sindicalistas como las personas que presuntamente le agredieron y también negó los supuestos daños que sufrió su vehículo. “No se usó violencia en las personas ni fuerza en las cosas”, zanjó la juez con el apoyo de la fiscalía.

“Es indignante que el Departamento de Interior avale una actuación totalmente desproporcionada de unos mossos d’esquadra que seguramente actuaron más por resentimientos personales que no por aplicación de la legalidad”, asegura Jaume Bosch. Los sindicalistas explicaron que durante las horas que pasaron detenidos en cueros fueron presionados para que delataran al resto de compañeros que formaban el piquete.

“Tener a Puig como consejero de Interior en unos momentos de numerosas movilizaciones sociales es un peligro público”, asegura Bosch, por lo que ha reclamado de Artur Mas que no lo vuelva a nombrar.

 

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