Un juez pide 15.000 euros al presidente de A Mesa por injurias

El exdecano se querelló contra Callón que criticó su uso del topónimo en castellano

Callón con gafas en primer plano sonríe junto a la actual dirección del BNG.

Múltiples fueron las carambolas que dio la denuncia por injurias presentada hace ya cuatro años por el magistrado Antonio Fraga Mandián, entonces juez decano de A Coruña, contra el presidente de A Mesa pola Normalización Lingüística, Carlos Callón. Y puede que incluso, a pesar de celebrarse ayer el juicio por faltas, quede finalmente todo el asunto en nada porque hubiera prescrito. De forma definitiva, según alegó el letrado del responsable de la asociación. La juez de Instrucción aceptó que efectivamente había prescrito la demanda contra A Mesa, y aplazó hasta la sentencia resolver si también...

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Múltiples fueron las carambolas que dio la denuncia por injurias presentada hace ya cuatro años por el magistrado Antonio Fraga Mandián, entonces juez decano de A Coruña, contra el presidente de A Mesa pola Normalización Lingüística, Carlos Callón. Y puede que incluso, a pesar de celebrarse ayer el juicio por faltas, quede finalmente todo el asunto en nada porque hubiera prescrito. De forma definitiva, según alegó el letrado del responsable de la asociación. La juez de Instrucción aceptó que efectivamente había prescrito la demanda contra A Mesa, y aplazó hasta la sentencia resolver si también lo hizo la demanda contra su presidente y portavoz. Callón es acusado de una falta por los reproches que lanzó, en un comunicado público de su asociación en junio de 2008, contra Fraga Mandián tras jactarse éste públicamente, durante un proceso judicial y tal como recogieron múltiples medios de comunicación, de no tener “ningún rubor en usar la ilegalidad del topónimo La Coruña”.

Visto para sentencia quedó ayer el rocambolesco caso, en el que el magistrado pide que se imponga a Callón una indemnización de 15.000 euros además de una multa de 300 euros al considerar gravemente dañado su “honor” cuando el presidente de A Mesa criticó con ahínco, en su comunicado a la prensa, que un juez pudiese defender “una ilegalidad” como es el nombre castellano de la capital provincial y se preguntó que más conceptos o actos contrario a las leyes defendería este magistrado.

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“El mensaje del comunicado [de Callón como portavoz de la asociación] rebasa con creces la libertad de expresión porque me deja como un juez corrupto, es una ofensa grave, una afrenta enorme y una calumnia porque mi profesión es hacer cumplir las leyes”, arguyó Fraga Mandián. Y desmintió haber utilizado “nunca el concepto de ilegalidad” en las declaraciones que originaron la polémica. “Fue una manipulación de mis palabras que hicieron los medios de comunicación”, agregó. Aunque el juez admitió que sólo presentó una única demanda de rectificación a un periódico, pese a que fueron varios los que recogieron entrecomillados sus controvertidas palabras. Y también reconoció que no hubo, “ni tenía por qué haberlo” ningún acto de conciliación previa a su denuncia, para aclarar que no eran cierta la totalidad de aquella frase y dar pie a que el presidente de A Mesa rectificase entonces también su comunicado.

Una nota que fue, según se defendió Callón, “una respuesta a una noticia publicada por varios medios que tenía apariencia de veracidad y seriedad”. Y A Mesa tiene derecho, insistió su presidente, “a criticar las declaraciones de un juez que le parecen inadmisibles”. “Nunca hubo ánimo de injuriar, ni de dar a entender que era un juez corrupto, pero sí que hay una ley que obliga a usar el topónimo oficial” de A Coruña, añadió Callón.

Pero para Fraga Mandián, más grave es aún que "perduren en el tiempo" las críticas de Callón, ya que al haber sido recogidas también por múltiples medios y foros digitales, “generaron miles de entradas" y comentarios en Internet que dañan su "integridad y crearon alarma” en su entorno personal y familiar.

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Este es un episodio más de una larga serie de controversias protagonizadas por este magistrado en su empeño de reivindicar el topónimo castellano de A Coruña. Son múltiples sus declaraciones en ese sentido. Incluso llegó a denunciar a un coruñés por solicitarle recibir las notificaciones judiciales en gallego y con la denominación oficial de A Coruña que establece la ley en vigor. Fraga Mandián ni siquiera la respeta en la denuncia que presentó contra Callón. Pero ayer, en el juicio, aseguró lo contrario: “No pongo en cuestión el topónimo legal de A Coruña”, afirmó el juez. Su abogado blandió una y otra vez ayer un artículo del demandante en el que defiende el uso del gallego y el castellano en la Administración judicial. “Ojalá se impartiese”, apostilló Callón.

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