‘Estelada’ frente a federalismo

Carteles de la CUP en las calles tras la batalla electoral

Restos de propaganda electoral en un pirulí de la Rambla. EMILIO MORENATTI(AP)

Una amarga resaca electoral es lo que le ha tocado sufrir al PSC en la ciudad de Barcelona. “¿Sí?, ¿seguro?” eran las pintadas que rezaban bajo la palabra federalisme que propugnaba el líder del partido, Pere Navarro, en las grandes pancartas que aún cuelgan por la ciudad. No muchas, por lo menos de gran tamaño.

Atrás quedan los treinta años de bonanza socialista en la capital catalana. Cuarta fuerza en el conjunto de la ciudad y sólo una victoria, en el distrito de Nou Barris. Esa fue la sentencia de las urnas del domingo pasado. Todo eso tiene cierto reflejo en la calle donde...

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Una amarga resaca electoral es lo que le ha tocado sufrir al PSC en la ciudad de Barcelona. “¿Sí?, ¿seguro?” eran las pintadas que rezaban bajo la palabra federalisme que propugnaba el líder del partido, Pere Navarro, en las grandes pancartas que aún cuelgan por la ciudad. No muchas, por lo menos de gran tamaño.

Atrás quedan los treinta años de bonanza socialista en la capital catalana. Cuarta fuerza en el conjunto de la ciudad y sólo una victoria, en el distrito de Nou Barris. Esa fue la sentencia de las urnas del domingo pasado. Todo eso tiene cierto reflejo en la calle donde se ha evaporado el antiguo predominio de la propaganda socialista, cuando el PSC hacia gala de un potente aparato de imagen.

Tras la agitada noche electoral, las calles revelan un predominio del color amarillo en muchas zonas de Barcelona, aunque da la sensación de que las brigadas de limpieza han pasado ya. Restos de carteles, muchos rotos a jirones, en los pirulís dispersos por la ciudad y pocas banderolas.

Senyeras y esteladas colgando de las ventanas en el barrio de Gràcia —que no se han llegado a quitar desde la manifestación independentista del 11-S— , carteles de la CUP en lo alto de las farolas a lo largo de la calle de la Creu Coberta y propaganda de ICV-EUiA en numerosos escaparates en la zona de Hostafrancs, dan cuenta, en cierta medida, del resultado electoral en la capital catalana.

“El PSC no levanta cabeza desde que salió Zapatero del Gobierno y aquí con esta idea de federalismo estaba claro que no iba a ir a ningún lado. Además, hay nuevos partidos que están dando más ideas y que están más cerca del ciudadano”, explica Carles López, vecino del barrio de Hostafrancs. Sea por el desgaste de la crisis o por la opción federalista tomada por el PSC, lo cierto es que los votos han ido a parar a otras formaciones que llegaron pisando fuerte a los comicios del pasado domingo.

Apenas hay pasquines del PSC en barrios como el de Sants, donde Pere Navarro ha perdido cerca de un 6% de los sufragios. Solo algún pequeño folleto de las juventudes socialistas se va despegando de las paredes impregnadas de estelades y senyeres de las formaciones independentistas.

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En el centro de Gràcia, por ejemplo, la propaganda electoral era hegemónica de la CUP. “Seguramente, la indecisión nacional del PSC le ha pasado factura en un barrio con una raíz catalanista importante”, apunta Antoni Ramon, comprometido con entidades sociales de Gràcia donde, por ejemplo, las asociaciones tradicionales vinculadas a la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVB) prácticamente han desaparecido del mapa.

Un barrio que se ha caracterizado en los últimos años por un movimiento vecinal basado en asambleas y plataformas, muchas de ellas relacionadas con la CUP.

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