Ferran Verdú: “Discrepo y discreparé de Ximo Puig”

El alcalde de Xixona, Ferran Verdú, uno de los cargos socialistas próximos al exsecretario general Jorge Alarte y un regidor emblemático del PSPV-PSOE, confirmó este jueves que deja su acta de diputado en las Cortes Valencianas. Verdú alegó motivos personales, pero la decisión esconde el descontento con la nueva dirección del PSPV-PSOE y revela el estado de ánimo de una parte de los cuadros socialistas más partidarios de la renovación y menos implicados con e...

El alcalde de Xixona, Ferran Verdú, uno de los cargos socialistas próximos al exsecretario general Jorge Alarte y un regidor emblemático del PSPV-PSOE, confirmó este jueves que deja su acta de diputado en las Cortes Valencianas. Verdú alegó motivos personales, pero la decisión esconde el descontento con la nueva dirección del PSPV-PSOE y revela el estado de ánimo de una parte de los cuadros socialistas más partidarios de la renovación y menos implicados con el aparato.

Verdú comunicó al secretario general y al portavoz parlamentario, Antonio Torres, su decisión a principios de octubre y Ximo Puig le pidió tiempo. “Estábamos a la espera de resolver su sustitución”, explicó este jueves Torres, que negó que la dimisión responda a problemas internos.

El caso es que el siguiente en la lista autonómica para sustituir a Verdú es el concejal de Alcoi Jordi Martínez, hombre de confianza del alcalde, Antoni Francés, que también apoyó a Alarte. El equipo de Puig hubiera preferido que entrara Dolores Gay, lo que exigía la renuncia de Martínez. Ferran Verdú reconoció: “He tenido, tengo y seguiré teniendo discrepancias con la nueva dirección del PSPV, pero ese no es el motivo por el que me marcho”. En una carta abierta, Verdú anunció que seguirá siendo alcalde, algo que es compatible con la docencia. De 44 años, Verdú es matemático y profesor de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Alicante. Es alcalde desde hace cinco años y medio.

Se trata de una decisión basada en motivos profesionales y familiares, y no en “discrepancias” políticas, apuntó Verdú en su carta abierta. “La docencia, además de mi profesión, es una pasión que he echado de menos desde el momento en el que decidí dejarla de lado para dedicarme a otra gran pasión: la alcaldía de Xixona”, añadió. Y recordó que la política no es “vitalicia”. En su despedida desveló su “gran frustración al ver cómo desde la bancada del PP se negaba la corrupción, se justificaban las cargas policiales, se criminalizaban las protestas, se aplaudían recortes y se inventaban eufemismos para enmascarar decisiones que incumplían programas electorales”. Verdú deseó a sus compañeros que ejerzan una “oposición contundente”.