Un jurado popular declara culpable de asesinato al novio de Laura Alonso
Laura Alonso, de 19 años, fue asesinada en Toén (Ourense) la madrugada del 24 de agosto de 2009
El asesino confeso de Laura Alonso, su exnovio, Javier Cruz, estará entre 16 y 20 años en prisión. Un jurado popular compuesto por 11 personas declaró al hombre culpable de asesinato tras un duro juicio de tres días. La presidenta de la sala deberá decidir ahora si impone una pena de 16 años, como pide el abogado del asesino; de 18, como solicita la Fiscalía y Abogacía del Estado; o de 20, como pide el abogado de la familia, al considerarlo culpable de asesinato con tres agravantes. El jurado ha considerado que...
El asesino confeso de Laura Alonso, su exnovio, Javier Cruz, estará entre 16 y 20 años en prisión. Un jurado popular compuesto por 11 personas declaró al hombre culpable de asesinato tras un duro juicio de tres días. La presidenta de la sala deberá decidir ahora si impone una pena de 16 años, como pide el abogado del asesino; de 18, como solicita la Fiscalía y Abogacía del Estado; o de 20, como pide el abogado de la familia, al considerarlo culpable de asesinato con tres agravantes. El jurado ha considerado que “no procede la remisión condicional de la condena ni el indulto.”
Laura Alonso, de 19 años, fue asesinada en Toén (Ourense) la madrugada del 24 de agosto de 2009. Cruz, que fue acusado por algunos testigos de maltratar a la joven durante la relación, reconoció que “no tenía intención de matarla”, y que todo sucedió accidentalmente “durante una disputa” de la pareja en el interior de su coche.
La pareja inició su noviazgo en 2007, cuando ella todavía era menor. Amigos y familiares aseguraron que el hombre la maltrataba física y psicológicamente de forma reiterada. Finalizada la relación, ambos siguieron intercambiando mensajes de texto. Además concertaban citas a escondidas de sus respectivas parejas, hasta que Cruz la mató. "Le eché las manos al cuello y apreté" reconoció durante su declaración, aunque no supo explicar por qué lo hizo. Tras el suceso, el hombre se deshizo de numerosos mensajes de texto y repartió pistas falsas por el entorno del pueblo. El cuerpo de la chica tardó una semana en ser hallado, oculto en una zona boscosa de difícil acceso