Cibeles cobrará también por las exposiciones más costosas

CentroCentro tendrá una librería y montará otras dos salas de descanso como las actuales

CentroCentro, el centro cultural municipal del Palacio de Cibeles, pretende ser “autosuficiente” en apenas unos meses, según su director, Tono Martínez. Es decir, quiere financiarse por sí mismo. El primer paso lo dio la semana pasada, poniendo precio a la visita al mirador (2 euros; 0,5 los niños), pero más adelante está previsto cobrar por algunas de las exposiciones que albergue, las que generen más gasto. El centro ya tiene ingresos propios, dado que alquila sus salas a privados, pero Martínez pretende busca...

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CentroCentro, el centro cultural municipal del Palacio de Cibeles, pretende ser “autosuficiente” en apenas unos meses, según su director, Tono Martínez. Es decir, quiere financiarse por sí mismo. El primer paso lo dio la semana pasada, poniendo precio a la visita al mirador (2 euros; 0,5 los niños), pero más adelante está previsto cobrar por algunas de las exposiciones que albergue, las que generen más gasto. El centro ya tiene ingresos propios, dado que alquila sus salas a privados, pero Martínez pretende buscar un patrocinador que ayude a sufragar gastos a cambio de publicidad. Un ejemplo: su imagen corporativa en el reverso de las entradas.

La cuestión monetaria no es la única novedad que el director de CentroCentro va a introducir este otoño. Los cambios afectarán a la programación cultural y también al propio espacio, puesto que Martínez va a sacar en breve un concurso para que abra una librería en la planta baja, en el extremo contrario a la cafetería. Además, los dos espacios de descanso o chillout que hay a lado y lado de la entrada principal —varios sillones de colores rojo y verde y mesitas con sillas que ocupan principalmente jubilados que leen el periódico gratis o turistas que descansan un rato entre visita y visita —se van a clonar en la quinta planta, exactamente en la ubicación que los originales, tal y como explicó el director del centro a este diario la semana pasada. “Quiero algo cotidiano, que la gente se sienta como en su casa, que pueda venir no solo a ver una exposición sino también a quedarse, a estar”, señaló.

El auditorio se usará, por fin, para albergar conciertos, con dos ciclos de música clásica y contemporánea. Una de las exposiciones de la temporada estará dedicada a la moda, con el sociólogo Pedro Mansilla como comisario.

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