La lucha contra el paro será “lo urgente” del programa electoral socialista

El PSE-EE propone debatir sobre el marco institucional

Bilbao -

Una vez ratificadas las listas electorales para el 21-0, los socialistas afrontan ahora la tarea de validar las propuestas concretas que defenderán durante la próxima campaña. El PSE-EE celebrará los días 22 y 23 de septiembre la Conferencia Política en la que se debatirá y aprobará un programa electoral que ya está muy perfilado. El documento base fija el empleo como una de sus “mayores preocupaciones”, al igual que la recuperación del crecimiento económico y el mantenimiento de las cotas de bienes actuales. Inspirado en la teorí...

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Una vez ratificadas las listas electorales para el 21-0, los socialistas afrontan ahora la tarea de validar las propuestas concretas que defenderán durante la próxima campaña. El PSE-EE celebrará los días 22 y 23 de septiembre la Conferencia Política en la que se debatirá y aprobará un programa electoral que ya está muy perfilado. El documento base fija el empleo como una de sus “mayores preocupaciones”, al igual que la recuperación del crecimiento económico y el mantenimiento de las cotas de bienes actuales. Inspirado en la teoría “socialdemócrata”, en lo político se aboga por reforzar el autogobierno y abrir un debate sobre el actual modelo institucional vasco.

La lucha contra el paro, las acciones para reactivar el mercado laboral, las políticas de empleo, figuran como “lo urgente” en el borrador del programa electoral y ocupa hasta 17 páginas del mismo. “La mayor mejora social es el empleo”, sostienen los socialistas, que también apuestan por crear un nuevo impuesto que paguen las grandes fortunas, como ya adelantó EL PAÍS a finales de agosto pasado.

Apoyo a una sanidad universal y una buena educación pública

Los socialistas vascos reconocen que desde la llegada en 2009 de Patxi López a la Lehendakaritza el número de desempleados ha subido en 30.000 personas en Euskadi, hasta situarse la tasa en el 13,5%, pero consideran un logro la transferencia de las políticas activas y la y la gestión que ahora se está prestando desde Lanbide. Por ello, asumen el compromiso de “reducir el desempleo estructural y fomentar el empleo de calidad”, “conseguir una población activa cualificada” y “promover el aprendizaje permanente”, entre otras acciones, lo que debería traducirse en “una mejora de la tasa de empleo hasta al menos un 75% de la población entre 20 y 64 años”.

Entre las reformas que “necesita” Euskadi, el programa destaca el “impulso de los cambios en los servicios públicos y políticas sociales para evitar el fraude y conseguir la eficiencia del sistema”, y cita la reforma de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI), la ayuda por vivienda y otras políticas sociales.

“Mantendremos los servicios públicos vascos”, porque, según aseguran los socialistas, “queremos que la ciudadanía siga beneficiándose de una buena educación pública, de una sanidad universal”. En el apartado educativo, entendido como “un factor de progreso”, se detalla la apuesta por el trilingüismo, el proyecto Eskola 2.0, la excelencia en la enseñanza y una “mejora decidida de la política de becas en un 32%”, además del impulso del plan de infraestructuras de la UPV y de la creación del parque científico universitario en Leioa. Y en Sanidad, “el derecho a la protección de la salud no se verá menoscabado en Euskadi, sean jóvenes o mayores; activos, jubilados o desempleados; nacionales o extranjeros, con independencia de su nivel de renta”.

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“Somos los únicos que defendemos el autogobierno para unir el país”

En lo político, el documento base hace constar que durante el gobierno socialista “Euskadi ha vivido el hito histórico del cese definitivo de las actividades terroristas de ETA”, logrado en parte por “las políticas de firmeza democrática puestas en marcha por el lehendakari Patxi López” y, sobre todo, por “el coraje cívico de los ciudadanos de Euskadi que se resistieron a ceder al chantaje y la amenaza de los terroristas”. A partir de ahora, el PSE-EE considera que queda “mucho trabajo por delante” para poner las bases de “una nueva sociedad sustentada sobre los valores éticos y democráticos de la tolerancia, la libertad, la pluralidad, la memoria y la justicia”. Es precisamente la memoria “un elemento constitutivo de la nueva concordia entre vascos”. A lo largo de la próxima legislatura, los socialistas quieren “culminar el desarrollo del Plan Estratégico de Reorganización y Modernización de la Ertzaintza”, con más agentes en la calle y una “reorganización de la división antiterrorista” para readecuarla a la nueva situación de cese de la violencia.

La “especialmente compleja” estructura institucional de Euskadi debe ser revisado porque fue “impuesto” por “una minoría” porque fue “pensado para ser coordinado desde un solo partido que gobierna todas las instituciones del país”. El PSE-EE es partidario de reforzar el “autogobierno estatutario y su mejora dentro de España y Europa”, porque “somos los únicos que hacemos de la defensa del autogobierno un objetivo colectivo para unir el país. El autogobierno nos une, la independencia nos divide”, dice el borrador socialista.

Y en el capítulo dedicado a las infraestructuras, se decanta por el tren como “eje vertebrador de la movilidad”, por lo que defiende a ultranza la finalización de las obras de la Y vasca ferroviaria, la construcción del metro de Donostialdea y la extensión del suburbano de Bilbao. Incide en la necesidad de coordinar los tres aeropuertos vascos, pero evita hacer una apuesta expresa por la construcción del puerto exterior de Pasaia.

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