Al gimnasio en coche oficial

Todo empezó por un vecino que estaba “hasta los cojones”. Este señor veía repetidamente desde la casa de su madre que los martes y jueves un coche oficial se plantaba en el polideportivo Verge del Carme-Beteró, del distrito Marítimo. Sabiendo que se trataba de un concejal del Ayuntamiento de Valencia que utilizaba este transporte —restringido para su labor profesional— como taxi privado, este ciudadano envió varias fotos y un vídeo al grupo municipal Compromís. La semana pasada, la coalición publicó varias fotos y vídeos a través de las redes sociales y acusó ...

Todo empezó por un vecino que estaba “hasta los cojones”. Este señor veía repetidamente desde la casa de su madre que los martes y jueves un coche oficial se plantaba en el polideportivo Verge del Carme-Beteró, del distrito Marítimo. Sabiendo que se trataba de un concejal del Ayuntamiento de Valencia que utilizaba este transporte —restringido para su labor profesional— como taxi privado, este ciudadano envió varias fotos y un vídeo al grupo municipal Compromís. La semana pasada, la coalición publicó varias fotos y vídeos a través de las redes sociales y acusó al concejal Miquel Domínguez como protagonista del suceso. Ayer, después de que el edil protestara por su inocencia y les amenazara con denunciar la afrenta, el líder del grupo, Joan Ribó, le pidió disculpas personalmente y alentó a la alcaldesa, Rita Barberá, a que dijera el nombre del regidor implicado y a que elimine las prácticas “que dejan evidencia” a nuestros gobernantes.

“He llamado personalmente esta mañana”, reconoció ayer Ribó, “para pedir disculpas y lamentar el daño personal que he podido causar”. El líder del grupo asumió haberse equivocado “en un detalle”: “No era la persona que dijimos, pero sí se corresponde al cargo”, señaló. “Sabemos quién es pero queremos que sea la alcaldesa la que lo confiese”, añadió. Desde el partido se hizo hincapié en que no es la primera vez que denuncian algo parecido y en que no va a ser la última vez que muestran cómo los responsables políticos utilizan “de forma privilegiada” un servicio que es exclusivamente “de protección”.

“Estamos hablando, además, de un servicio que supone un gasto de 388.000 euros en la renovación del leasing [alquiler con derecho a compra] y que es totalmente prescindible: tener un asesor ahora es como volver a los tiempos de Franco”, indicaron.

Según explicó Ribó, se han suprimido escoltas hasta en el Tribunal Superior de Justicia y, sin embargo, en el Ayuntamiento se sigue proporcionando esta protección a los 19 concejales del PP. “Entiendo que la alcaldesa los lleve”, afirmó, “pero no los demás”. “Estos implican casi 40 puestos de trabajo ya podrían ser destinados al cuidado de barrios como El Cabanyal”.

Compromís difundió ayer una foto para demostrar que el coche que aparece en la puerta del gimnasio es del Ayuntamiento. También recordó que tienen constancia de otros concejales que utilizan a sus escoltas para portar bolsas de la compra o cuidar a sus hijos. “Ya denunciamos el caso de Beatriz Simón”, apuntaron, “que utilizaba el coche para acudir cada día desde Cullera (a unos 40 kilómetros) y tenía puesto hasta el coche de bebé en el asiento”.

Por último, el portavoz aseguró que no iba a retirar el vídeo porque tenía “total vigencia” y confesó que cada vez que comenta el tema en el Ayuntamiento se produce un ambiente “agrio” porque “se sienten molestos”. “Estas prácticas, financiadas por los impuestos de los valencianos, son unos privilegios que no se corresponden con el esfuerzo al que aluden continuamente”, zanjó.