San Sebastián se lanza a la caza de turistas

San Sebastián es una postal. Y eso turísticamente puede decir mucho, ciudad bonita, bien cuidada, con playa, tranquila, buenos restaurantes... o poco, si simplemente se queda en eso, en una estampa. La capital guipuzcoana afronta el período turístico más importante del año con unos datos de entrada de visitantes desde enero a mayo nada halagüeños. En los cincos primeros meses del año, la entrada de visitantes, según el Eustat, tuvo un descenso del 30%, frente ...

San Sebastián es una postal. Y eso turísticamente puede decir mucho, ciudad bonita, bien cuidada, con playa, tranquila, buenos restaurantes... o poco, si simplemente se queda en eso, en una estampa. La capital guipuzcoana afronta el período turístico más importante del año con unos datos de entrada de visitantes desde enero a mayo nada halagüeños. En los cincos primeros meses del año, la entrada de visitantes, según el Eustat, tuvo un descenso del 30%, frente al mismo periodo de 2011 —sólo enero registró una cifra positiva con 22.625 turistas, un incremento del 3%—. Mientras, San Sebastián Turismo fía a las grandes citas culturales —Jazzaldia, Quincena Musical y Zinemaldia—, la atracción de visitantes con una batería de promociones.

La cifra de visitantes ha caído entre enero y mayo un 30% respecto a 2011

La ciudad turística por excelencia de Euskadi —el impacto del sector en el PIB es del 8%— atraviesa su tormenta particular, a cuenta, paradójicamente, de los visitantes. Desde San Sebastián Turismo, la entidad municipal encargada de la promoción de la ciudad, relativizan los datos. “Al medir las pernoctaciones en hoteles no se diferencia si las personas que se hospedan son turistas o gente vinculada a la actividad económica”, sostiene Manu Narváez, responsable de la entidad. Y, según el director de San Sebastián Turismo, los hosteleros han detectado un descenso en el número de huéspedes de lunes a jueves, y no durante el fin de semana, los días en los que en un principio el ajetreo se puede vincular exclusivamente a los turistas.

“La percepción de los hoteleros además no es esa, al contrario, tienen indicadores internos que hablan de un aumento del turismo”, añade Narváez.

Resulta difícil determinar el porqué del descenso. La viceconsejera de Turismo, Pilar Zorrilla, levantó la polémica cuando a comienzos de año achacó directamente la caída de visitantes en San Sebastián y Gipuzkoa al acceso al poder de Bildu. Ligar exclusivamente los vaivenes en el sector a una cuestión política, o a la crisis económica, sería injusto, porque, como han destacado en más de una ocasión desde San Sebastián Turismo, “nunca se puede preguntar al que no viene por qué no lo hace”. Uno y otro argumento justificarían el descenso del turismo nacional, el mercado en el que se han resentido especialmente el número de entradas.

La capital apuesta por la actividad cultural como motor turístico

Dejando a un lado la guerra de cifras entre el Gobierno vasco y las instituciones guipuzcoanas, San Sebastián se ha lanzado a la caza del visitante con una batería de promociones específicas. Desde la entidad encargada, con un presupuesto de 2,5 millones de euros, y siguiendo una línea de actuación puesta en marcha hace dos años, las ofertas promocionales se multiplican fundamentadas en cuatro pilares básicos: gastronomía, deporte, cultura y festivales. Escapadas diseñadas junto al Festival de Jazz, que incluyen, por ejemplo, dos noches de alojamiento y una entrada a un concierto.

“Hay que hablar más que de un marco incomparable, de lo que el turista puede hacer y disfrutar en San Sebastián, de experiencias, del potencial de la oferta”, defiende Narváez. De ahí, que las promociones diseñadas —en lo que va de año han vendido 300—, ofrezcan a los turistas las máximas facilidades, como poder comprar en un hotel, una entrada para la Quincena Musical.

La ciudad ha vendido 300 paquetes promocionales

San Sebastián Turismo además ha desarrollado un plan de estrategia específico para la web. El visitante que se acerca hasta la ciudad tiene una media de edad menor que el de las otras dos capitales vascas, según la entidad pública, lo que hace que el mundo online se convierta en un atractivo escaparate. Pero, desde luego, insiste Narváez, “no podemos hacer más que poner en valor lo que tenemos. No podemos empezar a vender ski o Las Vegas, porque además no encajaría para nada en nuestra visión de ciudad y en la que tienen los turistas de nosotros”.