Noguera exhibe sus “humores” abstractos y mitológicos

El artista valenciano expone la evolución de su trabajo en una exposición en Valencia

Acuarela sobre papel de Pablo Noguera.

Un vídeo captura a los transeúntes mirando curiosos dentro del estudio hasta que van desapareciendo de la pantalla anegados por ríos revueltos de pinturas. Los colores se mueven, se juntan y se mezclan hasta ocupar toda la pantalla convertida también en soporte con el que se cocina el expresionismo abstracto de Pablo Noguera. El artista hispano-francés (Valencia, 1974) trabaja en el barrio del Carmen de cara a la gente. Su taller en la calle de Roteros empieza a parecerse de algún modo al estanco que regentaba Harvey Keitel de la película Smoking. El actor-estanquero retrataba y trata...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un vídeo captura a los transeúntes mirando curiosos dentro del estudio hasta que van desapareciendo de la pantalla anegados por ríos revueltos de pinturas. Los colores se mueven, se juntan y se mezclan hasta ocupar toda la pantalla convertida también en soporte con el que se cocina el expresionismo abstracto de Pablo Noguera. El artista hispano-francés (Valencia, 1974) trabaja en el barrio del Carmen de cara a la gente. Su taller en la calle de Roteros empieza a parecerse de algún modo al estanco que regentaba Harvey Keitel de la película Smoking. El actor-estanquero retrataba y trataba a la gente de su barrio; Noguera trabaja, mira y le miran, conversa y se intercambia el papel de observador y observado.

El también ha cambiado. Ha evolucionado hacia una pintura en la que ya no siente la necesidad de ocupar todo el lienzo. “Necesitaba claridad, aclarar el espacio”, explica el artista, mientras señala una de las acuarelas de su serie, enfrentada a sus cuadros negros con figuras tridimensionales, que remiten a los mitos griegos, al uso urbano de las bicicletas o al amor propio. Todas las obras forman parte de la exposición Idéal & Spleen que se exhibe en el Aula de Cultura de la Fundación CajaMurcia de Valencia (Marqués de Sotelo, 4).

“Quería expresar lo que los antiguos llamaban los humores. Había buenos y malos. Yo he plasmado lo que secretaba mi bazo, es decir, mis humores, el esplín, la melancolía o cierto tedio por vivir, aunque prefiero el término saudade, porque refiere una melancolía creadora y positiva”, indica Noguera. “Hay un poema en Las flores del mal, de Baudelaire, llamado precisamente Spleen et idéal”, añade el artista de la exposición que podrá verse hasta el fin de julio.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En