La droga no puede estar en un garaje

El presidente de la Audiencia de Barcelona insta a los jueces a deshacerse de los decomisos Llarena cree que el uso de espacios "inapropiados" genera insalubridad y facilita los robos

Alijo de cocaína decomisado en abril de 2012 en el Puerto de Barcelona.TEJEDERAS

Hay demasiada droga que custodiar en Barcelona. Tanta, que ya no cabe ni en los juzgados ni en las dependencias policiales. La falta de espacio obliga a depositarla, a menudo, en lugares menos apropiados que pueden facilitar los robos. "El desbordamiento obliga a que una parte importante de los alijos sean custodiados en lugares tan inapropiados como garajes, oficinas o inadecuados espacios en las distintas casas cuartel de la Guardia Civil", denuncia el presidente de la Audiencia de Barcelona, Pablo Llarena, en una circular dirigida a todos los jueces de instrucción de la provincia para que o...

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Hay demasiada droga que custodiar en Barcelona. Tanta, que ya no cabe ni en los juzgados ni en las dependencias policiales. La falta de espacio obliga a depositarla, a menudo, en lugares menos apropiados que pueden facilitar los robos. "El desbordamiento obliga a que una parte importante de los alijos sean custodiados en lugares tan inapropiados como garajes, oficinas o inadecuados espacios en las distintas casas cuartel de la Guardia Civil", denuncia el presidente de la Audiencia de Barcelona, Pablo Llarena, en una circular dirigida a todos los jueces de instrucción de la provincia para que ordenen destruir las sustancias estupefacientes cuanto antes.

La custodia en estos lugares "introduce el riesgo de asaltos externos" y, por tanto, de que la droga decomisada "se redistribuya" de nuevo de forma clandestina. Los alijos, además, "perturban la salubridad" de las instalaciones policiales y entrañan "un riesgo innecesario para la integridad y la salud de los agentes o sus familias". La circular recuerda que, solo en Barcelona, la Guardia Civil custodia 9.000 kilos de hachís, 1.000 de cocaína e "importantes partidas" de otras sustancias. Además, existen 7.000 kilos de droga depositados en el Instituto Nacional de Toxicología y otras partidas, que no cifra, en manos del Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d'Esquadra.

La acumulación de drogas "sobrepasa la capacidad" de los depósitos, previstos para una breve reserva temporal. Llarena recuerda a sus colegas, en ese sentido, la necesidad de destruir la droga de forma casi inmediata a su incautación como norma general. Siempre y cuando, señala, las partes puedan expresar su opinión sobre el tema, se hagan las pruebas analíticas oportunas y se conserven durante más tiempo las muestras de droga "que se consideren precisas", sigue la circular.

En caso de que no se destruya la droga, recuerda Llarena, el juez tendrá que "justificar de forma expresa" las razones que le llevan a conservarla. El argumento de que la policía no ha dado respuesta a la petición de destrucción no puede ser tal, precisa el presidente de la Audiencia de Barcelona, que incluye además una explicación detallada sobre cómo deben tomarse las muestras. También recoge un protocolo con 10 puntos para que los jueces ordenen la destrucción de las sustancias con garantías.

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