Dos flautistas a la gresca

Hay quien me pide que hable menos de futbol y más de jazz en mis crónicas, como si eso fuera fácil. Por no ir más lejos, ayer, día inaugural de la segunda edición de Clazz, hubo un Néstor Torres que arrancó su set jaleando los éxitos de La Roja, y lo mismo el representante de la organización que tomó la palabra para darnos la bienvenida, estaría pensando en las entradas de menos que hayan podido venderse. Al final, no fueron tantas. En su primera jornada, la sala de los Teatros del Canal que acoge a la grey latino-jazzística registró unos “tres cuartos de entrada”, lo que no está nada...

Hay quien me pide que hable menos de futbol y más de jazz en mis crónicas, como si eso fuera fácil. Por no ir más lejos, ayer, día inaugural de la segunda edición de Clazz, hubo un Néstor Torres que arrancó su set jaleando los éxitos de La Roja, y lo mismo el representante de la organización que tomó la palabra para darnos la bienvenida, estaría pensando en las entradas de menos que hayan podido venderse. Al final, no fueron tantas. En su primera jornada, la sala de los Teatros del Canal que acoge a la grey latino-jazzística registró unos “tres cuartos de entrada”, lo que no está nada mal.

La idea este año consiste en enfrentar a 2 ejecutantes de un mismo instrumento, al modo de las “batallas musicales” de otros tiempos. Anoche fueron los flautistas Jorge Pardo y Néstor Torres; hoy serán 2 tenores “graníticos”, David Murray y Bobby Martínez; el sábado, los pianistas Chano Domínguez y Pepe Rivero; y cerrando, el domingo, los cantores Zenet y Sole Giménez. Además, está prevista la participación de algunos “artistas invitados”: la cantante Elsa Baeza (hoy), que ya participó en el primer Clazz; el trompetista Jerry González (el sábado) y el brasileño Jayme Marques, a quien se rindió merecido tributo en la jornada de ayer, justo al final de la misma.

La cosa empezó con el puertorriqueño Torres haciendo gala de una notable amplitud de miras en la elección de un repertorio en el que pasa de J. S. Bach –su Partita en La Menor- a Alejandro Sanz –Regálame la silla donde te esperé-. Luego salió Jorge Pardo vistiendo de flamenco una gala que iba de otro palo, para alborozo del respetable en general, y de Pepe Habichuela, presente en la sala, en particular. A él dedicó el madrileño su set, en el que estuvo acompañado por un miembro del clan Habichuela, Josemi Carmona, al toque. El duelo final entre Torres y Pardo resultó toda lo confuso y estimulante que suelen ser estas cosas. Eso sí: por esta vez, la sangre no llegó al río, o al canal, sería más adecuado.