Las 13 ‘bollychurias’ de Gonzalo

“Y ellas se lo pasan muy bien conmigo”. Gonzalo Serra, un niño de 13 años con parálisis cerebral es delgado e inmenso a la vez. Cuando se le pregunta por el grupo de bollychurias que su madre fundó sin proponérselo, no duda en presumir de las pasiones que sabe que despierta. Él fue la razón por la que Mariquilla López, la mamá, decidió montar unas clases de baile en su casa, a las que invitó a familiares y amigos. Ahora son un grupo consolidado de Bollywood —danza moderna de India—, con 13 bailarinas y Gonzalo como única estrella masculina. Hoy se estrenan ante el público con una gala...

“Y ellas se lo pasan muy bien conmigo”. Gonzalo Serra, un niño de 13 años con parálisis cerebral es delgado e inmenso a la vez. Cuando se le pregunta por el grupo de bollychurias que su madre fundó sin proponérselo, no duda en presumir de las pasiones que sabe que despierta. Él fue la razón por la que Mariquilla López, la mamá, decidió montar unas clases de baile en su casa, a las que invitó a familiares y amigos. Ahora son un grupo consolidado de Bollywood —danza moderna de India—, con 13 bailarinas y Gonzalo como única estrella masculina. Hoy se estrenan ante el público con una gala en beneficio de la Fundación Bobath, especializada en personas con la misma discapacidad del pequeño.

Como sus atuendos —de llamativos colores y complementos, según la tradición—, las bollychurias derrochan alegría. “La culpa la tiene Mariquilla, que es una máquina”, comenta Blanca Vives, una periodista que llegó al grupo por la hermana de una amiga. La convocatoria boca a boca era abierta al principio: todos los miércoles a las ocho en la casa de Gonzalo y familia, en el barrio de Chamberí. El objetivo, favorecer la capacidad motora del pequeño, que tiene discapacidad física e intelectual. Con el tiempo, solían acompañarle siempre las mismas 13 y decidieron constituirse como grupo, bautizado con el sonido con el que comienza una canción: “Bollychuria, bollychuria... ¿No lo has oído?”, bromean.

"Nos llamamos ‘bollychurias’ por el inicio de una canción", bromean

“En la puerta, siempre les recibe Gonzalo con el aperitivo”, señala Mariquilla, que a veces les sorprende con alguna sesión, por ejemplo, de belleza casera. En retorno, cada semana una de las bailarinas se encarga de la cena, para después de la clase. La dirección corre a cargo de Graziella Negri, la profesora de danza. Y al frente de la producción está Maria Luz Mercedes, empleada especializada en cuidar de Gonzalo y que también participa en el grupo.

Cada una colabora desde sus distintos roles profesionales, ya que hay periodistas, empleadas de banco, amas de casa, una diseñadora de moda, alguna profesora... María Acacia, hermana de Mariquilla, es jefa de prensa y ha preparado el dossier del acto de hoy, en el que no falta detalle. La cita es a las ocho y aparte de los bailes de Gonzalo y sus bollychurias, el acto será presentado por Santi Acosta y contará con la monologuista Bárbara García y el humorista Luis Figuerola-Ferretti. No faltan ni patrocinadores para el catering y la bebida. La entrada cuesta la voluntad y se ha abierto una cuenta para la fila 0.

Los beneficios del acto se invertirán en tecnología para los discapacitados

Los beneficios se destinarán a comprar herramientas tecnológicas para los usuarios de la Fundación Bobath, que gestiona un servicio de atención temprana, un colegio y un centro para adultos en el barrio de Mirasierra. “Creamos la fundación hace 10 años y el colegio hace 30 para atender a las personas con parálisis cerebral con el método bobath, que plantea un abordaje multidisciplinar —integrando a distintos profesionales, como fisioterapeutas y profesores,— de este tipo de discapacidad”, explica la fundadora, Luisa Fúnez.

“Mi madre sufrió un ictus cerebral con 44 años y vivimos la creación de esta fundación”, señala Rocío Nogueira, cuñada de Mariquilla, que le recomendó el centro cuando nació Gonzalo. Ahora ambas llegan, con él, a llenarlo de colorido y sonrisas, una de las claves de Bollywood, según explican. Y ahí Gonzalo va sobrado porque su sonrisa, como él, es inmensa.