Opinión

#madrid

La semana nos deja (también en Madrid) dolorosas certezas económicas de desarrollo aún incierto, cambios definitivos en el paisaje y una alcaldesa al natural.

La manzana manda. El martes trascendió que el rótulo publicitario de Tío Pepe que presidía las azoteas de Sol, desmontado para una aparente restauración en abril de 2011, no volverá a su ubicación de hace décadas. Pocos pisos más abajo se instalará una tienda de Apple, poco dada (como todas) a sostener la visibilidad de otras. La lógica de los iconos comerciales se impuso y el debate se propagó por las redes con la y...

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La manzana manda. El martes trascendió que el rótulo publicitario de Tío Pepe que presidía las azoteas de Sol, desmontado para una aparente restauración en abril de 2011, no volverá a su ubicación de hace décadas. Pocos pisos más abajo se instalará una tienda de Apple, poco dada (como todas) a sostener la visibilidad de otras. La lógica de los iconos comerciales se impuso y el debate se propagó por las redes con la ya habitual petición colectiva para revertir la situación, que ayer ya acumulaba más de 23.200 apoyos. También hizo fortuna una propuesta gráfica de hermanamiento bajo la marca “Tío Apel” y una reflexión a cargo de @mpermar: “Si Apple no quiere a Tio Pepe, todo el mundo protesta. Si Apple no paga impuestos en España, nadie dice nada”.

Llegó el hachazo. Tras semanas de incertidumbre y debates internos, el Gobierno regional puso cifra al fin a la dimensión de los recortes en los sueldos de los funcionarios (3,3%). El miércoles, Regina Plañiol, la consejera responsable de las condiciones de trabajo de los empleados públicos fue la primera (y única) integrante del Ejecutivo autonómico que usó su cuenta de Twitter para oficializar el dato. La presidenta estaba esa tarde en los toros. Al día siguiente, cuando se formalizó el ajuste de más de 1.000 millones en prestaciones públicas de todo tipo, los altavoces digitales del partido difundieron con fruición la otra medida de ahorro impulsada por la presidenta: reducir a la mitad el tamaño del Parlamento Autonómico. Siempre es más agradecido difundir mensajes amables con proyección de futuro que duras realidades de hoy. Y sin necesidad de apelar al patriotismo.

Derrochando cuentas. En estos tiempos de restricciones, el Partido Popular del Ayuntamiento de Madrid ha decidido multiplicar su presencia en Twitter y abrir no solo cuenta propia, sino un perfil para prácticamente cada sede de distrito. También se acaba de estrenar en la red social la Presidencia del Pleno municipal de la capital, que el pasado viernes acogió el primer debate sobre la ciudad con Ana Botella a los mandos. A la vista del estupor que provocó en la Red la intervención al natural de la alcaldesa, quizá sea más efectivo refugiarse en el argumentario enlatado que tan bien distribuye la comunicación política 2.0. Y cuantos más retuits afines, mejor.-@guiomardelser

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