¿Un museo de arte gay?

Llevan años acumulándose en un almacén del barrio de Tetuán. Más de mil obras de arte recopiladas a lo largo de 8 años (y otras tantas ediciones) por Pablo Peinado, el director del festival Visible Madrid, que apuesta por la cultura y la defensa de los derechos del colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), entre otros el del matrimonio, logrado en 2005.

Todo empezó con una colección de 50 obras, reunida en 2005 para montar una exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en paralelo al festival. Pero, después de aquello, fueron muchos los artistas, homosexuales...

Llevan años acumulándose en un almacén del barrio de Tetuán. Más de mil obras de arte recopiladas a lo largo de 8 años (y otras tantas ediciones) por Pablo Peinado, el director del festival Visible Madrid, que apuesta por la cultura y la defensa de los derechos del colectivo LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), entre otros el del matrimonio, logrado en 2005.

Todo empezó con una colección de 50 obras, reunida en 2005 para montar una exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en paralelo al festival. Pero, después de aquello, fueron muchos los artistas, homosexuales y heterosexuales, que comenzaron a donar obras. Hoy la Colección Visible cuenta con piezas de Gordillo, de Eduardo Arroyo, del fotógrafo Álvaro Villarrubia, del diseñador Jordi Labanda o del pintor Juan Hidalgo, entre los españoles. Pero también de Yoko Ono o de Yves Saint Laurent. Hasta 400 artistas de 30 países diferentes han contribuido a engrosar esta variopinta colección que coge polvo en un hangar.

El miedo a poderes conservadores como la Iglesia impide que la colección encuentre su sitio

Quizá por eso, y por la falta de respuesta de los ayuntamientos (incluido el de Madrid) a los que se les ha sugerido la creación de un museo nacional de arte gay, este año el festival ha arrancado con la proyección en la Cineteca de Matadero del documental Arte gay busca casa, de Ione Hernández, en el que se cuenta la historia de esta colección que no encuentra asidero.

“Lo hemos intentando pero el miedo a poderes conservadores como la Iglesia por parte de los representantes de las administraciones públicas impide que la colección (una de las más importantes del mundo de arte gay) encuentre su sitio”, explica Peinado. “Resulta increíble cómo, hasta en tiempos de crisis, es mejor tener un espacio cultural vacío que crear un museo nacional de arte gay, que encima sería un reclamo turístico”, argumenta.

El festival Visible ofrecerá hasta el 8 de julio obras de teatro y de danza en muchas de las salas de la red alternativa de la ciudad (Triángulo, La Usina, Microteatro por dinero, Nudo Teatro, AZarte...), además de exposiciones, colectivas e individuales, en distintas galerías.

Toda la información y el programa puede consultarse en www.festivalgayvisible.com.