El Valedor do Pobo se despide con críticas a la oposición y a la prensa

López, sin apoyos para seguir, abandona[/EMPTYTAG] dos meses antes del fin de su mandato

López, en la parte trasera del coche oficial, ayer, saliendo de la institución.ANXO IGLESIAS

Benigno López es historia. El Valedor do Pobo resistió en el cargo 13 días desde que compareció en el Parlamento para justificar los recortes sociales de la Xunta y pedir la suspensión de la ley de dependencia. Ya no quiso estirar los dos meses de mandato que le quedaban, consciente de que ni PSdeG ni Bloque iban a consentir que repitiese al frente de una institución cuyo presidente necesita el refrendo de tres quintas partes de la Cámara. A las seis de la tarde registró en el Parlamento su renuncia y después remitió una carta a los medios de comunicación —el contenido íntegro puede leerse en ...

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Benigno López es historia. El Valedor do Pobo resistió en el cargo 13 días desde que compareció en el Parlamento para justificar los recortes sociales de la Xunta y pedir la suspensión de la ley de dependencia. Ya no quiso estirar los dos meses de mandato que le quedaban, consciente de que ni PSdeG ni Bloque iban a consentir que repitiese al frente de una institución cuyo presidente necesita el refrendo de tres quintas partes de la Cámara. A las seis de la tarde registró en el Parlamento su renuncia y después remitió una carta a los medios de comunicación —el contenido íntegro puede leerse en la página siguiente— que convirtió en un alegato en favor de “la independencia” del Valedor.

Su despedida acumula reproches a los partidos de la oposición, a los que acusa de criticarlo por no haberse plegado a sus intereses, y a quienes “tergiversaron” sus palabras. López admite que dijo lo que dijo y que lo mantiene. Y lo que dijo es que tal vez habría que suspender la ley de dependencia, un texto con buenas intenciones pero sin respaldo económico. Socialistas y nacionalistas sostienen que si de verdad estuviese del lado de los ciudadanos y no del PP su función sería pedir a los Gobiernos fondos para su aplicación, no que se deje de aplicar la norma.

Socialistas y nacionalistas aplauden la dimisión,  "que llega tarde" según Pachi Vázquez y Jorquera

Solo unas horas antes de su renuncia, PSdeG y Bloque anticipaban una batería de iniciativas parlamentarias para exigir su marcha. El PP había tratado de enfriar la polémica vetando el debate sobre su destitución en el pleno parlamentario de la próxima semana y adelantado que, cuando se abordase la cuestión, votaría en contra del cese. No le dio tiempo. El propio interesado tira la toalla en medio de una grave crisis de la institución que llevó a su número tres, Dolores Galovart, a dimitir hace dos semanas por tener “opiniones contrarias” a López, al que tuvo oportunidad de escuchar directamente sin riesgo de tergiversaciones porque le acompañaba en su comparecencia. El Bloque le había tomado la matrícula cuando pidió retirar un libro de texto que aludía al gallego como la “lengua propia de Galicia”, definición calcada a la que figura en el Estatuto de Autonomía.

Socialistas y nacionalistas habían intentado por la mañana en la Junta de Portavoces que incluyera el asunto en el orden del día del próximo pleno. Tanto la portavoz nacionalista, Ana Pontón, como la diputada María José Caride que sustituye provisionalmente en el PSdeG al lesionado Abel Losada, acusaron a Benigno López de haberse convertido en el “valedor del PP y de la Xunta” y de “no escuchar a la sociedad”. Su renuncia, insistieron ambas, no solo es una petición de los partidos en la oposición sino de muchos colectivos que ya no se sienten representados en su figura.

Su propuesta se topó con el rechazo del PP y de su portavoz, Pedro Puy, quien alegó que el pleno va muy cargado de iniciativas y exculpó a López de haber hecho dejación de funciones. Incluso había avanzado que respaldaría su continuidad hasta el verano por “responsabilidad institucional”. El dirigente popular acusó a los otros dos partidos de crear una crisis “sorprendente” y negó que Benigno López haya dejado de atender a la ciudadanía pese a su defensa de la Xunta porque "no se puede deducir que el Gobierno esté contra el pueblo".

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La Xunta prevé que de los cinco cargos de la institución solo queden dos: el Valedor y un adjunto

Tras insistir en que la institución ha cumplido con su cometido e incluso incrementado en 2011 la tramitación de quejas, aprovechó para anunciar que también a esa casa van a llegar pronto los tiempos de vacas flacas. Puy no detalló qué porcentajes pretende ahorrar la Xunta de los dos millones anuales con que cuenta la institución, pero aseguró que de los cinco cargos que lo componen en la actualidad, solo van a quedar dos: un Valedor y un adjunto. El portavoz del PP añadió que el recorte de fondos será “sustancial, importante”.

Puy rechazó que la futura rebaja de presupuesto que espera acordar con socialistas y nacionalistas pueda suponer una merma en el trabajo que desarrolla y se mostró partidario de que el organismo tome ejemplo de la Xunta y del Parlamento que “está trabajando más que en otras legislaturas” pese a la caída de su presupuesto.

Cuando ya por la tarde conoció la dimisión, Puy mostró “total respeto” por la decisión personal y recriminó a PSdeG y Bloque “el daño hecho a la institución en los últimos días”. También el líder socialista, Pachi Vázquez, al conocer la noticia se felicitó por el fin “de un episodio que nunca debió comenzar”. “Quien no defiende al pueblo no puede defender al pueblo”, aseguró en su cuenta de Twitter.

El candidato del Bloque a la presidencia de la Xunta, Francisco Jorquera, saludó la marcha de López como una “buena noticia que llega tarde” pero subrayó la importancia de la institución “muy necesaria, máxime en un contexto de crisis económica como el actual. Es necesario prestigiarla”.

Su abandono pone fin a un mandato de cinco años desde que fue elegido en 2007 con el bipartito en el poder y el acuerdo unánime de todos los partidos. Todavía ayer, la diputada socialista Caride deslizó que el nombre de López había sido un empeño personal del presidente Feijóo, a quien ayudó a preparar oposiciones hace casi tres décadas. Un dato que rechazó después Pedro Puy asegurando que la propuesta partió del PSOE. Sea como fuere, tomó posesión con el apoyo de todas las siglas representadas en el Parlamento gallego y se marcha sin que ningún partido vaya a llorar su marcha. El propio PP estaba ya persuadido de que su continuidad sería imposible tras el verano. A sus polémicas sobre el gallego y los recortes, añadió la compra de un Audi por 62.000 euros el año pasado cuando ya la crisis azotaba con virulencia a cargo del presupuesto de la institución.

Entre los políticos abundaban los comentarios sobre el afán viajero de López, que en esta última legislatura se ha mostrado mucho más viajero que el propio presidente Feijóo. El Valedor se va alegando que preside una institución independiente que no debe someterse al escrutinio de los diputados. El propio Puy dijo ayer que no le compete juzgar cómo gasta su presupuesto la institución. El PP no se mete en el cómo, pero si en el cuánto, y ha decidido meter un tijeretazo a la asignación que le dedica la Xunta.

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