Miles de personas reclaman en la calle el fin de los recortes

Los Primeros de Mayo ya no son esos días apacibles que recuerdan a los domingos. El miedo los ha convertido en una expresión colectiva de frustración y angustia. Miles de personas (30.000 en A Coruña y Vigo según las respectivas policías locales), desfilaron por las calles reclamando “trabajo, dignidad y derechos”, contra la reforma laboral, los recortes en sanidad, los bancos, los desahucios, la amnistía fiscal, los presupuestos para educación y, en suma, el empobrecimiento del país entero. Había tantos argumentos como consignas: “Non faltan cartos, sobran ladróns”, “Feijóo, atiende, la salud...

Los Primeros de Mayo ya no son esos días apacibles que recuerdan a los domingos. El miedo los ha convertido en una expresión colectiva de frustración y angustia. Miles de personas (30.000 en A Coruña y Vigo según las respectivas policías locales), desfilaron por las calles reclamando “trabajo, dignidad y derechos”, contra la reforma laboral, los recortes en sanidad, los bancos, los desahucios, la amnistía fiscal, los presupuestos para educación y, en suma, el empobrecimiento del país entero. Había tantos argumentos como consignas: “Non faltan cartos, sobran ladróns”, “Feijóo, atiende, la salud no se vende”, “donde están, no se ven, los empleos del PP” o la clásica “e a culpa de quen é? dos que votan ao PP”.

 A la cabeza de las marchas en las principales ciudades gallegas, las pancartas de UGT y CC OO reclamaban “trabajo digno y con derechos”; las de la CIG, “Por un empleo digno, no a la reforma laboral del PP”, y CUT y CGT, que en Vigo lograron reunir a unos 1.500 manifestantes, imprimieron el lema: “Los derechos no se negocian, se defienden”.

En A Coruña, donde se celebraron los actos centrales, Xosé Manuel Sánchez Aguión, secretario de Comisones, aseguró que el Gobierno “está aprovechando la crisis para desmontar el modelo social”, con unos presupuestos “inasumibles e intolerables que van a provocar más paro”. A su lado, José Antonio Gómez, secretario de UGT mandaba el mismo mensaje que se ha repetido en toda España: “Si el Gobierno no rectifica, la movilización va a ser permanente”.

Los datos que acompañaron la celebración de ayer son especialmente desoladores. Según la última Encuesta de Población Activa, Galicia acaba de superar la barrera del 20% de paro, algo que, en democracia solo sucedió en el año 1994.

Sin un horizonte de recuperación, las comarcas industriales más afectadas por el desempleo, como Vigo (con una tasa llega al 25%, por encima de la media nacional) y Ferrol, se volcaron con el Primero de Mayo. También Santiago, con una movilización que pocos recordaban. Por eso los discursos estuvieron en la línea más dura. “Este Gobierno quiere convertir a los trabajadores en esclavos, está llevando al país al abismo con esfuerzos y sacrificios para cambiar el sistema. Pero lo que realmente quieren salvar con ello no es el Estado del Bienestar, sino el sistema capitalista”. Tras pronunciar estas palabras, Antonio Juste, secretario comarcal de UGT en Vigo, acusó al gobierno de ejercer una política “ultraderechista”, para usar su mayoría absoluta contra los trabajadores.

Sánchez Aguión (CC OO): "Están aprovechando para desmontar el modelo social"

Comisiones Obreras atacó las políticas “de una derecha muy obediente”, que aplica recortes “que son iguales a más paro y menos calidad de vida y servicios sociales”. “Los parados no son votantes de usar y tirar, son personas que quieren futuro”, afirmó en Vigo José Cameselle, el responsable comarcal. Apuntó sus dardos contra la patronal, “que está plenamente satisfecha aplicando la reforma”, y contra lo que calificó de “cumbre de zorros” (el encuentro celebrado anteayer en Santiago con presencia del ministro alemán de economía), “por venir a decirle a Mariano Rajoy lo bien que obedece y que tiene que seguir por ese camino”.

“Son fanáticos neofascistas los que sostienen la dictadura de los mercados”, bramó desde el atril Serafín Otero, de CIG. El sindicato nacionalista reunió en Vigo a más manifestantes (unos 7.000 según la policía) que en A Coruña (2.300). En todo caso, fueron tantos o más que los que participaron en las marchas de los sindicatos mayoritarios. “Vivimos tiempos de contrarreformas, los responsables de esta crisis pretenden que paguemos su mala gestión, sus vergonzosas indemnizaciones”, advirtió Otero.

En Ferrol, una comarca asfixiada por el paro en el naval, se manifestaron 14.000 personas

En Ferrol, asfixiado por la crisis naval, los actos congregaron a unas 14.000 personas y el guión de duras críticas al Gobierno y los recortes fue el mismo. Entre banderas republicanas y ataques al PP, miembros de UGT y Beatriz Sestayo, secretaria del PSOE, depositaron un ramo de rosas junto al monolito de Pablo Iglesias, fundador de ambas organizaciones, informa Lorena Bustabad.

En A Coruña, Pachi Vázquez, líder de los socialistas gallegos, participó junto a otros miembros de su Ejecutiva en las movilizaciones y aprovechó para acusar a los populares de estar “destrozando la economía gallega”. El PP contraatacó acusando a Vázquez de ser “un político de pancartas y no de propuestas” y defendió que el Gobierno está tomando “decisiones imprescindibles a la vez que difíciles” mientras la oposición “juega de forma irresponsable a intentar rentabilizarlas electoralmente”.

 El portavoz del BNG, Francisco Jorquera apuntó por el flanco de los impuestos: “La subida del IVA castiga a las clases medias y la amnistía fiscal favorece a los defraudadores”.