Caminando sobre las aguas

Los Vivancos en el teatro Nuevo Alcalá con 'Aeternum' quieren operar un milagro, pero algunos errores hacen que el todo falle.

El grupo Los Vivancos, durante la presentación del espectáculo. EFE

Hay quien es ateo y cree en los milagros. En contraposición, hay devotos que no ven claro aquello de la licuefacción de la sangre de San Genaro. “Leyenda fragua dogma”, dijo el escéptico. Los Vivancos en el teatro Nuevo Alcalá con Aeternum quieren operar un milagro empírico, pero algunos errores hacen que el todo falle.

Con media hora de retraso y sin programa de mano, en el guirigay de un tropel de histéricas se recibió a los artistas que quieren ser hombres orquesta.

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Hay quien es ateo y cree en los milagros. En contraposición, hay devotos que no ven claro aquello de la licuefacción de la sangre de San Genaro. “Leyenda fragua dogma”, dijo el escéptico. Los Vivancos en el teatro Nuevo Alcalá con Aeternum quieren operar un milagro empírico, pero algunos errores hacen que el todo falle.

Con media hora de retraso y sin programa de mano, en el guirigay de un tropel de histéricas se recibió a los artistas que quieren ser hombres orquesta.

En la propuesta prevalece el efecto sobre la substancia y se tiene la idea de que estos aguerridos han tirado sus muchos talentos por la ventana en busca de la taquilla fácil. Se pone de manifiesto la diferencia entre la acumulación de pasos y el verdadero material coréutico con valores propios más allá de una gimnasia dura donde el suelo es el principal enemigo a batir. Si cada uno de los hermanos se limitara a hacer lo que sabe, sería otra obra y mejor.

El argumento no se entiende. El vestuario es épica del mal uso del eclecticismo y esos artilugios electrónicos de sonido infame en sustitución del violonchelo y el violín, un desatino. Hay algo de culto griego y hedonismo de salón. Los números buenos (farruca de los ojos vendados) merecen un corte por repetitivos. El físico de Los Vivancos ha cambiado: ahora son armarios de músculos rozando la vigorexia. Triunfarán, caminarán sobre las aguas.

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