“Hay quien cree que no basta”

Varios trabajadores relatan cómo vivieron la jornada

Asistentes a la multitudinaria manifestación de las centrales nacionalistas en Bilbao.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

La jornada de huelga se vivió ayer desde muy diferentes perspectivas. Algunos tras una pancarta reivindicativa, otros al volante de su taxi porque los “números no salen”. Algunos abrieron el taller de reparación de coches para dar “servicio a los clientes” y hay quienes caminaron hasta las empresas donde trabajan, la mayoría en polígonos industriales, tras dejar el coche a cientos de metros para evitar los piquetes. Estos son algunos testimonios:...

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La jornada de huelga se vivió ayer desde muy diferentes perspectivas. Algunos tras una pancarta reivindicativa, otros al volante de su taxi porque los “números no salen”. Algunos abrieron el taller de reparación de coches para dar “servicio a los clientes” y hay quienes caminaron hasta las empresas donde trabajan, la mayoría en polígonos industriales, tras dejar el coche a cientos de metros para evitar los piquetes. Estos son algunos testimonios:

  •  Tras la pancarta. Por un empleo digno y de calidad rezaba la cabecera de la manifestación convocada por las centrales abertzales en San Sebastián. Nagore, de 27 años procedente de Aduna, está afiliada a ELA desde hace un año. Ayer madrugó para incorporarse a la movilización contra la reforma laboral. “Es lo único que podemos hacer aunque hay quien cree que no basta con un día de huelga, que no se logra nada”, lamentaba. En la comarca de Tolosaldea, estaba todo “prácticamente parado”, se jactaba antes de sumarse a sus compañeros.
“Trabajo porque los números a final de mes no salen”, asegura un taxista
  • En grupo a trabajar. En el polígono industrial de Ibaiondo, en Hernani, las persianas estaban bajadas y no había coches aparcados. Un trabajador aseguraba que había dejado el coche en otro barrio y ogido la bicicleta para llegar hasta su empresa y evitar así los piquetes. Otros empleados también optaron por agruparse para coger el coche y aparcar en otros lugares. “Los que no hemos hecho huelga hemos quedado a las 7.30 y, tras aparcar en otra zona, hemos llegado”, contaba un trabajador de una firma de Tolosa donde solo el 10% de la plantilla acudió a su puesto de trabajo.
  • Al volante. A las 10.30 todo estaba tranquilo relata un taxista donostiarra. Pero ocho horas después seguía igual como si se tratase de un día festivo. “Poco tráfico, todo cerrado y sin incidentes”, aseguraba. Para este trabajador lo más significativo de la jornada de paro era que había trabajado con normalidad. “Había poco taxi en circulación y eso ha hecho que las llamadas se hayan concentrado más en unos pocos”, explicaba. Este taxista no se planteó hacer huelga: “Los números a final de mes no salen, no puedo dejar de trabajar”.
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