Porres y Guevara discrepan sobre la validez del actual modelo institucional

Ambos exconsejeros ofrecen recetas distintas en la comisión de duplicidades

Porres (a la izquierda), ayer en la Cámara con el parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala.L. RICO

Dos ex consejeros de Presidencia de sendos gobiernos del PNV, Juan Porres (luego en EA), y Juan Ramón Guevara, expusieron ayer valoraciones y recetas de arreglo opuestas a la comisión parlamentaria que estudia las duplicidades e ineficiencias del entramado institucional vasco.

Mientras Porres, uno de los redactores de la Ley de Territorios Históricos (LTH), dijo que el país tiene “un modelo roto” y “perverso”, en el sentido de que ha “pervertido” el papel central que debían tener las instituciones comunes, Gobierno y Parlamento, Guevara opinó que ha funcionado “razonablemente” y atribuy...

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Dos ex consejeros de Presidencia de sendos gobiernos del PNV, Juan Porres (luego en EA), y Juan Ramón Guevara, expusieron ayer valoraciones y recetas de arreglo opuestas a la comisión parlamentaria que estudia las duplicidades e ineficiencias del entramado institucional vasco.

Mientras Porres, uno de los redactores de la Ley de Territorios Históricos (LTH), dijo que el país tiene “un modelo roto” y “perverso”, en el sentido de que ha “pervertido” el papel central que debían tener las instituciones comunes, Gobierno y Parlamento, Guevara opinó que ha funcionado “razonablemente” y atribuyó las disfunciones a “malas prácticas políticas o administrativas”.

Porres aboga por una ley que asiente la primacía de Gobierno y Cámara

Porres abogó, además de reformar la LTH, por “afrontar el conjunto del sistema institucional” con una nueva “ley-marco” que deje “absolutamente claro el papel central de las instituciones comunes”, incluida la implantación de las políticas fiscales, y que los territorios solo puedan actuar en el marco que le fijen las potestades de planificación, organización y coordinación de Gobierno y Parlamento. El “fondo de poder” sobre el que tanto se discutió hace treinta años, les corresponde a estos, recalcó.

Por el contrario, “a los territorios históricos el Estatuto no les atribuye absolutamente ninguna potestad normativa”. Se las dio después la legislación de desarrollo, como la LTH o la del Concierto, subrayó, contra los argumentos de quienes sostienen que mover el estatus actual exigiría reformar el Estatuto o incluso la Constitución.

Para Guevara, una reasignación de competencias sería “el último escalón”
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El ex consejero censuró también el “exceso” de sociedades públicas y fundaciones “que lo alteran todo”, dijo, “y contribuyen en gran medida a la ineficiencia”. Otro tanto opinó del cúmulo de convenios entre administraciones, que se traducen en “confusión y absoluto descontrol político”.

Guevara hizo un diagnostico muy distinto y sus recetas fueron, por tanto, opuestas. Aunque admitió que existan duplicidades — “sí, supongo que las hay”, dijo— y que el modelo es “perfectible” llegó a conclusiones diferentes. Un modelo “descentralizado”, que responde a “realidades históricas”, no tiene por qué ser “peor ni más caro”, sostuvo. A su juicio, ha funcionado, incluso en los momentos en que, como ahora, había un partido distinto al frente de cada diputación (PSE en Álava, PNV en Bizkaia y EA en Gipuzkoa) Guevara obvio el hecho de que PNV y PSE estaban coaligados tanto en el Gobierno como las dos primeras diputaciones. También subrayó que las “deficiencias” que puedan existir no sean tal vez culpa del modelo como tal sino de su mala “utilización o incumplimiento”.

La visión de Guevara fue también diametralmemente opuesta a la de su predecesor en el cargo hasta 1985, respecto del espacio legal del que emana la articulación interna del país. No viene de la LTH, “sino del pacto constitucional y estatutario y de la Ley del Concierto”. “No nos engañemos”, advirtió, hay que tocar “el núcleo fundamental del autogobierno”. Ahí recomendó “un cuidado exquisito”. “Estamos hablando de las cosas de comer”. También resaltó la contradicción que podría suponer pedir la descentralización hacia fuera y practicar una centralización hacia dentro. Guevara defendió el esfuerzo de cooperación y colaboración interinstitucional que exige el sistema actual como su “mayor virtud”. “Y más tratándose de nuestro país, por la realidad sobre la que se opera”. El exconsejero dijo no tener “elementos de juicio” para decir si resultaría conveniente una reasignación de competencias, pero afirmó que ese debe ser “el último escalón”.

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