A medio camino de la renovación
La designación de las futuras ejecutivas territoriales del PNV se enmarca a medio camino de su proceso de renovación. Dan continuidad al relevo en la dirección del partido que tuvo lugar el pasado mes de enero, cuando Iñigo Urkullu salió reelegido como líder de una ejecutiva remozada, y antecede a la próxima designación del candidato a lehendakari. Será este último quien encabezará el verdadero reto de la formación, que pasa por recuperar el Gobierno vasco que perdió en 2009, con el que se dio inicio a su retroceso institucional.
Los nuevos líderes territoriales de las tres provincias v...
La designación de las futuras ejecutivas territoriales del PNV se enmarca a medio camino de su proceso de renovación. Dan continuidad al relevo en la dirección del partido que tuvo lugar el pasado mes de enero, cuando Iñigo Urkullu salió reelegido como líder de una ejecutiva remozada, y antecede a la próxima designación del candidato a lehendakari. Será este último quien encabezará el verdadero reto de la formación, que pasa por recuperar el Gobierno vasco que perdió en 2009, con el que se dio inicio a su retroceso institucional.
Los nuevos líderes territoriales de las tres provincias vascas, junto a los de Navarra y el País Vasco francés, serán los encargados de completar la renovación de la ejecutiva nacional que encabeza Urkullu. La incertidumbre se mantiene en Álava, donde la imposibilidad de configurar una lista de integración ha dividido las opciones de ocupar la presidencia entre Agirre y Gerenabarrena. Se confirma así el protagonismo de una provincia que ya en enero ganó peso, al duplicar su presencia en la dirección con dos asientos, más el de su líder territorial.
Las nuevas ejecutivas de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa se designarán en sendas asambleas territoriales el próximo día 24, una semana antes del plazo límite marcado por la dirección del partido. El tiempo apremia, ya que cada vez quedan más próximas las elecciones autonómicas, previstas en principio para 2013. Cualquier adelanto apretaría la agenda de un PNV que tiene aún por definir a quién será su candidato a lehendakari, y que se niega a iniciar ese debate, al menos de puertas hacia fuera, hasta que culmine su renovación interna.