El Supremo condena al Sermas por no diagnosticar un cáncer mortal

El Servicio Madrileño de Salud tendrá que pagar 200.000 euros a los familiares del paciente

El Servicio Madrileño de Salud (Sermas) ha sido condenado al pago de una indemnización de 200.000 euros a los familiares de un paciente al que no diagnosticaron un cáncer maligno, según ha informado esta mañana la asociación El Defensor del Paciente. El Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia impuesta por la Sección Novena de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por la que veía culpable a la Consejería de Sanidad. El Alto Tribunal entiende que el caso no ha...

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El Servicio Madrileño de Salud (Sermas) ha sido condenado al pago de una indemnización de 200.000 euros a los familiares de un paciente al que no diagnosticaron un cáncer maligno, según ha informado esta mañana la asociación El Defensor del Paciente. El Tribunal Supremo ha ratificado la sentencia impuesta por la Sección Novena de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, por la que veía culpable a la Consejería de Sanidad. El Alto Tribunal entiende que el caso no había prescrito como solicitaba el Gobierno regional.

El paciente J. N. T., de 43 años, acudió a su médico de atención primaria en enero de 2001 porque se había visto un pequeño bulto de una lenteja de tamaño en el pecho derecho. Tras hacerle una mamografía y hacerle estudios hormonales y morfológicos, le diagnosticaron un ginecomastia (volumen excesivos de las mamas en los hombres) unilateral sin evidencia malignas.

Sin embargo, el bulto fue en aumento y en abril de 2002 acudió al hospital Puerta de Hierro. Allí le hicieron una biopsia y le apreciaron que se trataba de un adenocarcinoma ductal que resultó ser muy agresivo. El paciente acudió repetidamente a sus médicos y les fue informando de la evolución. Al final le hicieron una mastectomía con vaciamiento axilar, pero ya sufría metastasis, según El Defensor del Paciente. Desde ese momento, J. N. T. fue tratado por el Servicio de Oncología del Hospital Puerta de Hierro siguiendo las pautas establecidas en cuanto a tratamiento y pruebas diagnosticas. Falleció el 22 de diciembre de 2006.

Los jueces entienden que hubo mala praxis médica al no practicarle al paciente más pruebas (mamografías, ecografías, PET,…) que hubieran permitido un diagnóstico correcto. Es decir, no pusieron al alcance del paciente todos los medios de que se disponían, según los magistrados.

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