Olot cierra el arte contemporáneo

El Ayuntamiento desmantela el prestigioso Espai ZER01 del Museo de la Garrotxa y despide a su director, David Santaeulària, sin aviso previo

David Santaeulària, a la derecha, en el museo, junto al exalcalde de Olot Lluís Sacrest.PERE DURAN

Hace 10 años, David Santaeulària (Olot, 1970) emprendió algo parecido a una misión imposible: poner en marcha un espacio dedicado al arte contemporáneo emergente y de calidad en Olot (Girona). Para hacerlo, propició la separación del arte actual de la sección patrimonial del Museo Comarcal de la Garrotxa, renunciando —de común acuerdo con los responsables municipales de entonces— a la plaza de director que había obtenido en 1997 por oposición. Se convirtió en director del Área de Creación Contemporánea del Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Olot, un cargo que comporta la gestión del Espa...

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Hace 10 años, David Santaeulària (Olot, 1970) emprendió algo parecido a una misión imposible: poner en marcha un espacio dedicado al arte contemporáneo emergente y de calidad en Olot (Girona). Para hacerlo, propició la separación del arte actual de la sección patrimonial del Museo Comarcal de la Garrotxa, renunciando —de común acuerdo con los responsables municipales de entonces— a la plaza de director que había obtenido en 1997 por oposición. Se convirtió en director del Área de Creación Contemporánea del Instituto de Cultura del Ayuntamiento de Olot, un cargo que comporta la gestión del Espai ZER01 —conocido internacionalmente—, la Sala 15, dedicada a los artistas más jóvenes y a las becas de creación, producción y comisariado, que se han convertido en una referencia a nivel nacional por su dotación y repercusión en el entorno profesional.

Santaeulària no hubiera podido imaginar que 10 años después, pese a haber levantado un proyecto de calidad e interés con identidad propia, se le despediría de un día para otro. Sin ningún tipo de aviso previo, el pasado viernes Pep Berga Vayreda, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Olot, de Convergència i Unió, le comunicó que, debido a los recortes y a la necesidad de priorizar, ni el proyecto ni él como director seguirán.

Artistas, comisarios y

Berga reconoce que la decisión se ha tomado por razones presupuestarias y en ningún caso porque existiesen dudas sobre el trabajo del director, informa Antía Castedo. “No estábamos descontentos con él”, asegura. El Consistorio se ahorrará “unos 75.000 euros anuales” entre el sueldo del director y las producciones que se dejarán de subvencionar. Santaeulària, que es el único trabajador afectado por el cierre, añade, recibirá una indemnización. Sobre las producciones ya programadas para este año, Berga explica que todavía no han tenido tiempo para evaluar el calendario, pero que “se mantendrán los compromisos” ya adquiridos.

Santaeulària, por su parte, ha preferido no hacer declaraciones públicas, pero la noticia ha corrido como la pólvora en el ámbito profesional, desencadenando un profundo malestar y preocupación. Gracias a la capacidad de convocatoria de las redes sociales, ayer ya se había constituido un grupo de artistas, comisarios y usuarios del centro, listos para presentar batalla. “Estamos ante el desmantelamiento de una infraestructura de arte contemporáneo ya consolidada y reconocida por todo el sector profesional. Esto no es un recorte, es un desmantelamiento total”, aseguraba Marcel Dalmau, un artista que trabaja con la fotografía y los límites del lenguaje. También estaba Job Ramos, que, además de exhibir sus obras, participó recientemente en Raw ideas, un proyecto híbrido de investigación sobre la naturaleza de la imagen, realizado en colaboración con el comisario catalán afincado en Estocolmo Martí Manen. “Parece que los recortes funcionan como pretexto para ejecutar un cambio de política cultural e ideológica”, afirmaba Ramos.

El Ayuntamiento
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Más que preocupado, indignado, Pep Fargas, el exconcejal de Cultura bajo cuyo mandato se inició el proyecto, afirmaba que “cerrar el Espai ZER01 es anular el trabajo de muchos años para la promoción del arte contemporáneo y la imagen de Olot como ciudad actual”. Compartía la afirmación una de los muchos usuarios presentes, la escritora de origen alemán Sigrid Wering, vecina de la localidad, “Esperemos que el Ayuntamiento dé marcha atrás y se dé cuenta de que el arte de Olot puede perder su epicentro y a un gestor excepcional”.

La conexión con la comunidad de creadores autóctonos fue otro de los grandes logros de Santaeulària, como demuestran las palabras de Quim Domene, un pintor de Olot que exhibió su obra el pasado septiembre en una de las últimas exposiciones del centro hasta la fecha. “ZER01 ha sido un revulsivo también para los creadores contemporáneos locales”, aseguraba. Usuarios, artistas y comisarios mantienen la esperanza de que aún se pueda encontrar una solución.

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